En el mercado de vivienda español, autentico motor del crecimiento de la etapa 1998.-2007, se ha advertido un descenso notable de las ventas de viviendas, en especial de las de nueva construcción, así como un descenso espectacular de las iniciaciones de nuevas viviendas (superior al 20%, según visados de arquitectos y de aparejadores) y una fuerte desaceleración de la creación de empleo en el sector de la construcción. El paro registrado en dicho sector creció por encima del 10% en noviembre de 2007 sobre el mismo mes del año anterior.

Las fuertes interrelaciones del mercado inmobiliario con otras actividades productivas están dando lugar a que el freno al crecimiento se deje sentir después del verano de 2007 en el sector de los servicios, el de más peso en la economía española. En esta coyuntura es trascendente que los ayuntamientos dejen de concentrar sus energías recalificadoras del suelo rustico en la construcción residencial y que califiquen suelo con destino a otras actividades. La recesión en la construcción de viviendas se va a prolongar alrededor de unos dos años.

Las administraciones públicas, a la hora de diseñar las líneas básicas de la política fiscal, deberán de cambiar los supuestos sobre los que se han basado los presupuestos respectivos en los últimos años. Tributos tales como el IVA que grava las ventas de nueva vivienda, el impuesto de transmisiones patrimoniales que grava las ventas de vivienda usada, el impuesto de actos jurídicos documentados que se aplica en las escrituras de transmisiones de viviendas, las tasas de licencias de obras y el impuesto de plusvalías, etc. verán disminuir sustancialmente la recaudación derivada de los mismos, frente a lo sucedido en la larga etapa de auge ya finalizada.

Las anunciadas reducciones de impuestos en estas condiciones resultan mas aventuradas que en las fases de crecimiento. Se puede poner en peligro la realización de determinadas prestaciones sociales y de trascendentes gastos de inversión pública ante el descenso que va tener lugar en las recaudaciones de los tributos asociados con el mercado de vivienda.

La curva de Laffer no da para tanto (decía tal economista reaganiano, poco conocido por otras aportaciones teóricas a la economía, que si se reducen los tipos impositivos aumenta la recaudación fiscal) y solo puede cumplirse en unas circunstancias muy especificas, que no parecen ser las del momento.

Cuando Helenio Herrera dijo lo de que “se juega mejor con diez que con once jugadores” tenía detrás al potente Club de Fútbol Barcelona que un año después eliminó de la Copa de Europa al Real Madrid de las cinco copas consecutivas, que no era el caso de otros equipos. A veces los gobiernos tardan más en apreciar el cambio de ciclo que los consumidores.