El desatino jurídico y administrativo que significan esas instrucciones se ve confirmado, cuando se indica a las respectivas Direcciones de los distintos Centros Asistenciales, que las apliquen sin dotarles de ninguna norma escrita que avalen su aplicación, produciéndose así situaciones kafkianas cuando pedimos a esos directivos, que se nos notifique de manera individual, en base a qué precepto legal se nos pretende reducir nuestro salario o vulnerar nuestros derechos; a fecha de hoy no saben respondernos. Si se nos permite un tono coloquial, tenemos la impresión de que se nos quiere robar la cartera, intentando hacer una aplicación de la ley no ajustada a Derecho, de una forma burda y chapucera, intentando confundir la jornada laboral ordinaria con actividades al margen de ella (guardias médicas y actividades a ellas asimiladas, como jornadas especiales) y tratando de establecer jornadas laborales diarias obligatorias de nueve horas y media o incluso de doce horas.

En realidad, la DGRH del Servicio Madrileño de Salud pretende vulnerar el espíritu de la ley promulgada, que en el punto referido a la jornada laboral ordinaria de los empleados públicos, exige aumentarla en dos horas y media semanales. Nosotros, queremos realizar ese aumento de jornada laboral ordinaria que la ley dispone, las instrucciones de la DGRH lo impide a muchos profesionales y a otros les obliga a hacerlo de forma irregular y presuntamente ilegal. Ciertamente la DGRH no pretende que se cumpla lo que la ley exige, sino que pretende una reducción salarial encubierta y presumiblemente ilegal, junto a una reducción muy importante de efectivos que redundará en una disminución de la calidad de la asistencia prestada a la ciudadanía.

El conflicto está servido, la irritación en los hospitales y centros de salud sube de tono día a día, y si no se produce una rectificación desde la Dirección del Servicio Madrileño de Salud, las medidas de presión van a ir en aumento y no se puede descartar que pudiesen llevar a una convocatoria de huelga.

Deseamos que se imponga la sensatez en nuestros responsables sanitarios y se eviten conflictos que no deseamos. Queremos que se aplique la ley de forma transparente, incrementando nuestra jornada laboral ordinaria al igual que ya se está haciendo en el conjunto de la Administración Pública madrileña y con ese mayor tiempo de trabajo mejorar la asistencia a nuestros ciudadanos, objetivo en el que todos debemos coincidir. No podemos tolerar que se trate de castigar aún más a unos profesionales que ya han demostrado su solidaridad con la sociedad, habiendo soportado ya unos recortes salariales muy importantes.

Este artículo también lo firman José Andrés Cambronero Galache, Carlos Barra Galán, Fernando Pérez Iglesias y Fernando Gimeno, en representación de más de 220 médicos del sistema madrileño de salud que también suscriben la letra de este artículo.