Autor: Ángel Viñas

Un sector de la derecha española se llena la boca con el ejemplo inglés. No hay que remontarse a Cánovas. En estas páginas ya se ha citado el ejemplo de esa calle madrileña que llevará el nombre de Margaret Thatcher. La expresidenta de la Comunidad de Madrid se declara profunda admiradora del Reino Unido. El Gobierno ha dorado su representación ante la Corte de San Jaime con un exministro de Defensa que, a tenor de lo que han afirmado los medios, protagonizó como ducho jurista lides cuyos entresijos no convenía sacar a la luz.

La reciente biografía de Paul Preston sobre Santiago Carrillo ha despertado reacciones apasionadas. Aquí mismo la ha comentado, muy desfavorablemente, Julián Ariza. Suscita, también, una serie de cuestiones genéricas que los historiadores profesionales han debatido durante años. Se impone una cierta reflexión.