Autor: Félix Taner

Las últimas elecciones celebradas en Japón y en algunos Länder alemanes parecen indicar que se están produciendo complejos giros hacia la izquierda en los electorados. Obviamente, en estas inflexiones está haciéndose notar el peso de la crisis económica y la comprensión pública de que se necesitan nuevas inflexiones en las políticas económicas y sociales.

La epidemia de gripe H1N1 es el principal riesgo al que vamos a tener que enfrentarnos en los próximos meses. De ahí que todos debamos estar prestos para colaborar de cara a lograr una respuesta lo más coherente y eficaz posible. Y, de entrada, la colaboración empieza contribuyendo, ahora que estamos a tiempo, a evitar que se cometan eventuales errores y a que se enfoque la cuestión de manera inapropiada. De ahí la utilidad de reuniones como la del Consejo Territorial de Sanidad en el que se intentaron poner en común las políticas de prevención y respuesta y coordinar de la manera más solvente posible todos los recursos sanitarios de los que disponemos en España. Para decirlo de la manera más sencilla, estamos ante un asunto en el que es preciso poner los cinco sentidos, en el que hay que estar dispuestos a realizar los gastos que sean necesarios (lógicamente sin derroches) y en el que deben trabajar las personas más preparadas y capaces que tenemos en estos momentos, ya que es mucho lo que nos jugamos.

La intervención de los militares en Honduras ha resucitado nuevamente el fantasma de una época negra de América Latina, dominada por el golpismo militar y un recurso bastante extendido al uso de la violencia como arma política. De ahí la reacción prácticamente unánime de la comunidad internacional condenando la intervención militar y reclamando una solución institucional al problema.

En la funcionalidad democrática existe un punto crítico de limpieza y buenas formas que cuando se cruza empieza a perturbarse seriamente la vida política. Lo ocurrido en Irán es un ejemplo reciente de lo que termina pasando cuando existen dudas sobre la honestidad de los procesos electorales y políticos. Desde luego, Irán dista mucho de ser un paradigma de buena funcionalidad democrática y sus elecciones no son equiparables a las de un régimen democrático normal, ya que se carece de un marco general homologable a un Estado de Derecho, y las disidencias y las alternativas se producen en el propio ámbito del régimen teocrático. Pero, aun así, cuando los reformistas parecía que podían ganar, se dejan de respetar las formas y las apariencias. Primero se presiona a la opinión pública y se amenaza, luego se impide que los “reformistas” del régimen tengan supervisores en las mesas electorales, se bloquean las comunicaciones y los mensajes por los móviles, se producen precipitados y confusos recuentos de papeletas y se acaban reprimiendo con gran dureza los conatos de protesta por la falta de limpieza del proceso electoral. Y, al final, se acaba expulsando a los periodistas occidentales para intentar evitar que haya testigos de las tropelías que se puedan cometer. Evidentemente, esto no se parece nada a una democracia de verdad y cuando se ha perdido el control los autócratas de turno no han dudado en quitarse las caretas.

El desliz del Presidente de la Patronal española ante un micrófono abierto es algo más que un “error” de cálculo y una falta de prudencia. Es una manifestación que revela su pensamiento de fondo.

El debate sobre la reforma de las Cajas de Ahorros se está planteando con un notable grado de contrabando ideológico por parte de algunos. Cuando se afirma, por ejemplo, que es necesario dejar a los políticos y a la política fuera de las Cajas se está incurriendo en un despropósito de mucha consideración. ¿Qué se quiere decir con dejar fuera a los políticos? ¿Acaso no tiene un claro tufillo ideológico-reaccionario tal afirmación?

Poco le ha durado a Rajoy el disfrute del triunfo del PP en Galicia y la posición estratégica alcanzada por su grupo en el Parlamento vasco. Los autos de Garzón le han dejado con la miel en los labios. Por la información que se va teniendo es evidente que nos encontramos con una trama compleja y con ramificaciones que van mucho más allá de un simple caso de corrupción individual de un alcalde aislado.

El escándalo de espionaje político de la Comunidad de Madrid ha puesto de relieve, una vez más, uno de los cánceres de la democracia moderna. El recurso a los dossieres, a los espionajes y a las operaciones de intimidación se ha convertido en una moneda de uso demasiado frecuente en las democracias modernas, conformando todo un área de actividad que permanece oculta a los ciudadanos medios.

El sentido del espectáculo que tienen los norteamericanos, unido a la novedad histórica que suponía la Presidencia de un afroamericano, hicieron que la toma de posesión de Barack Obama se covirtiera en un espectáculo global, seguido en directo por millones de personas en todo el mundo.

En el arranque del nuevo año, varios medios de comunicación social han publicado sendas encuestas sobre la intención actual de voto del electorado español. Todas las encuestas coinciden en atribuir al PSOE una ventaja en torno a dos puntos. Aunque se trata de diferencias que se sitúan en los márgenes teóricos de error de encuestas de este tipo, lo cierto es que muchos analistas han mostrado cierta extrañeza por el hecho de que el PSOE mantenga ventaja en una coyuntura económica tan desfavorable como la actual. Lo cual les lleva –una vez más– a atribuir las intenciones desfavorables al voto conservador a los propios problemas y defectos internos del PP.