Autor: Francisco 72

La encuesta de las Cámaras de Comercio dejaba clara la falta de crédito en la economía española; porque, según sus resultados, cuatro de cada cinco PYMES habían solicitado financiación a los Bancos y Cajas en los últimos tres meses y el 17 % de esas peticiones habían sido rechazadas, asfixiando a empresas solventes. Lo que plantea serias dudas de que el sistema bancario privado esté cumpliendo con el servicio a la economía y al país. Los portavoces han acudido a su defensa alegando que la banca vive del crédito; y que si el crédito se ha restringido es porque la demanda ha decaído a causa de la recesión económica en la que estamos inmersos. Pero, ante todo, esta defensa pretende ignorar que la actual banca española es un operador global como banca financiera desde los años noventa.

La llegada en 2009 del Jefe del Estado checo Václav Klaus, considerado abiertamente antieuropeo y pro Washington, a la función de la presidencia del Consejo europeo de la Unión no ha sido producto del azar político sino el resultado de los acuerdos del Tratado de Niza que consolidaron el camino recorrido en los noventa hacia una Europa políticamente imposible.

Ciertamente, en las democracias plurales europeas es normal el conservadurismo del Presidente de la República Checa, elegido para el cargo nacional con los votos de los comunistas de Bohemia, y hasta tenemos que respetar que niegue en sus publicaciones el concepto científico del calentamiento global. Como también es normal que la República checa sea gobernada por el primer ministro Mirek Topolanek que encabeza una frágil coalición de derechas, aunque resulte escasamente europeísta.

“No debe impedirse la inversión en alto riesgo de los ricos”. Con ese titular la agudeza periodística resume una de las afirmaciones más graves del gobernador del Banco de España en una autocalificada primera entrevista concedida a El País ayer (21/12/2008), una exclusiva del grupo mediático al que estuvo vinculado el entrevistado en su etapa en el banquillo. Unas manifestaciones que, con la que está cayendo, no pueden pasarse por alto.

El viernes 3 octubre 2008, el Presidente semestral de la UE y de la República francesa dirigía una carta a los miembros del Consejo Europeo en relación con el ECOFIN, la reunión próxima de ministros de finanzas, reconociendo la crisis que atraviesan las economías europeas derivada de los abusos de las finanzas en los EEUU. Y para el día siguiente convocaba una reunión en el palacio del Elíseo. Pero una reunión de amiguetes.

A estas alturas de la película, para los análisis técnicos más solventes son muchas las cosas que están claras sobre la crisis financiera destapada en agosto de 2007. Pero faltan aún las aproximaciones políticas de la cuestión en particular desde la perspectiva europea.

Lo primero que está claro es el poder imperial de los EEUU adoptando decisiones muy fuertes para afrontar la incertidumbre que inestabiliza y atasca la fluidez de los mercados financieros.

Las reseñas de prensa han reconocido la fuerte carga política del discurso de Barack Obama el 28 Agosto pasado, en la convención del partido demócrata que le ha elegido candidato a la Presidencia de los EEUU. Pero en general han eludido la reproducción de las frases de largo alcance, como las que abogan por la supresión de las lagunas en la legislación tributaria que permiten a las grandes corporaciones la evasión y la utilización de los paraísos fiscales. Aunque los antecedentes de su labor como joven senador permiten pensar que no son retórica electoral.