Autor: Josu Montalbán

ETA ha matado, ¿qué puede hacer que no sea eso? Desde hace casi medio siglo existe ETA y desde entonces su objetivo prioritario es matar o ejecutar cuantas acciones extiendan el miedo y el terror entre las gentes. Y cuando uno mata y otro muere, de forma tan brutal e injusta, todo se convulsiona, la sociedad se convierte en un laboratorio de ideas, de propuestas; la calle se convierte en una ágora griega a la que acude la gente a opinar sobre la miseria de la violencia, la sinrazón que guía las actitudes de los terroristas y la inutilidad de los políticos.

No importa tanto quién ha sido el artífice pero sí quiénes han sido los protagonistas. La investidura de Patxi López como Lehendakari vasco ha venido a completar el guión que comenzó a gestarse hace 10 años, y que fue presentado en sociedad cuando, cinco días antes del día de los comicios, proclamó en el mitin de Bilbao, ante Rodríguez Zapatero, que iba a presentar su candidatura para ser el próximo Lehendakari. Probablemente lo dijo amparado en una previsiones de voto superiores a las obtenidas, mucho más cercanas a las obtenidas por el PNV. A pesar de todo la noche electoral abrió la puerta al cambio con una aritmética apretada que obligaba a llegar a acuerdos difíciles de interpretar pero, una vez analizada la histriónica reacción de los líderes nacionalistas, necesaria e inevitable.