No estoy hablando de un planteamiento teórico y táctico para volver a gobernar, me refiero a plantear una estrategia política de cambio de modelo. Hay que ser conscientes que frente al fracaso del modelo neoliberal, solo cabe más democracia como vía para conseguir más igualdad.
Y esa igualdad, que aparece en los textos constitucionales pero no se desarrolla en la práctica, debe pasar a formar parte de la vida cotidiana de los ciudadanos, pudiendo ser exigible ante los tribunales. Sí, es posible blindar derechos y cambiar el modelo político, económico y social. ¿Con qué fin? Aumentar la igualdad y el bienestar de todos los ciudadanos.
Cuando Mariano Rajoy y la derecha europea encabezada por Ángela Merkel nos dicen, una y otra vez, que no les gusta lo que hacen pero que no hay más remedio, están mintiendo a los ciudadanos para imponernos un modelo de sociedad y de vida que ya se ha demostrado fracasado con esta crisis.
La codicia, y una sociedad donde cada vez hay más desigualdades, no es la solución, porque traerá como consecuencia más desigualdad y ruptura social. Trae como consecuencia que unos pocos sean los que cada vez acaparen más la riqueza, mientras la miseria, la pobreza y el hambre cada día afectan a más personas.
En 1920, la relación de ingresos entre el 20% más rico del planeta y el 20% más pobre era de 7 a 1; en 1960 de 30 a 1; en 1980 de 60 a 1 y en el año 2000 de 80 a 1. ¿Que se puede decir y pensar de esto, que los mercados son eficientes y transparentes, que son justos o que solo buscan el beneficio de los poderosos a cualquier precio?
La imposición y aplicación de políticas neoliberales, basadas en el recorte del gasto público, la eliminación de derechos educativos, sanitarios, sociales y laborales de los ciudadanos, nos introduce en un círculo vicioso e infernal de sufrimiento para amplias sectores sociales. ¿Por qué? Porque trae más recesión y depresión económica, que a su vez es utilizada como excusa para nuevos y más duros recortes, que no van a servir para nada, como ya se está viendo en países como Portugal, donde después de hacer lo que se suponía iba a reflotar la economía ahora está más hundida y con más desigualdades.
Hay que blindar los derechos. Pero para que pueda ser realidad este deseo es necesario que exista una mayoría ciudadana que apoye este cambio. La población tiene que movilizarse. Ahora cuando no hay elecciones, la movilización será social, institucional y en la calle presionando al gobierno para que abandone los recortes y dejando clara cual es la postura de la mayoría de los españoles. Si, también en la calle, porque, frente a lo que piensa el PP, los ciudadanos tienen derecho a participar en los asuntos públicos como así estable nuestra Constitución.
Frente a los recortes en educación, los ciudadanos queremos hacer efectivo en todo momento el artículo 27 de la Constitución donde dice que todos tienen el derecho a la educación, y que los poderes públicos garantizan ese derecho, mediante una programación general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de centros docentes.
Frente a la subida del IVA, de los impuestos especiales y del IRPF, los ciudadanos queremos hacer efectivo el artículo 31 de la Constitución, cuando establece que todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad.
Frente al drama del paro y la falta de políticas activas de empleo, los ciudadanos queremos hacer efectivo el artículo 35 de la Constitución donde dice que todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia.
Frente al empobrecimiento de la población, los ciudadanos queremos que sea real el artículo 40 de la Constitución donde afirma que “los poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social y económico y para una distribución de la renta regional y personal más equitativa, en el marco de una política de estabilidad económica. De manera especial realizarán una política orientada al pleno empleo”. Y el artículo 41 donde señala que los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo.
Frente a la destrucción de la sanidad para todos que ha realizado el PP, los ciudadanos queremos que sea real como hasta ahora el artículo 43, donde se reconoce el derecho a la protección de la salud, y compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios.
Frente a la congelación de las pensiones y la amenaza de bajarlas, los ciudadanos queremos hacer efectivo siempre el artículo 50 de la Constitución, donde dice que “los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio.”
Hay más cuestiones, pero la pregunta que cada español tiene que hacerse es si merece la pena luchar por una nueva sociedad del bienestar y la participación. Si es así, abandona el silencio, acaba con tu pasividad y se protagonista de tu vida y del cambio.