Ahora bien, de lo prometido, nada de nada. En primer lugar, hemos comprobado rápidamente que con “obviedades” no se sale de la crisis; en segundo lugar, que Rajoy es ni más ni menos que lo que pensábamos, y sus “cualidades innatas” no son suficientes para sacarnos de esta situación económica; en tercer lugar, que sigue a pie juntillas las mismas recetas que se venían aplicando, pero aumentadas y desfiguradas. Ya sabe que la “mano dura” de la reforma laboral le costará una huelga general, y que los recortes y las subidas de impuestos sólo están sirviendo para estrangular más a los españoles. ¡Tanta austeridad nos va a dejar famélicos!

Pero también hemos descubierto algo más lamentable: que además de los “palos económicos” también vamos a sufrir la mayor contrarreforma social de este país.

Porque no eran las medidas económicas de Zapatero lo que le molestaba a Rajoy, pese a haberlas criticado demagógicamente. Ni le molestaban ni tiene alternativas que presentar. No sabe qué hacer en economía, pero sí sabe cómo reajustar los aires de modernidad y libertad que, acertadamente, Zapatero supo poner en marcha.

Lo que sí se nos viene encima es una Contrarreforma que anulará libertades y derechos hasta ahora conquistados, sin ninguna necesidad ni explicación. De momento, la ofensiva es en mayúsculas: Educación para la Ciudadanía, Ley de Justicia, copago sanitario, modificación del aborto, ataque a las medidas medioambientales incomprensibles como desaladoras o parques eólicos. Y esto no ha hecho nada más que empezar.

Ministros que parecían moderados y dialogantes como Wert, Gallardón o Arias Cañete aplican ciertas dosis de cinismo para explicar lo que ellos mismos no se creen ni sienten necesidad de defender. ¡Y éstos son los moderados del Gobierno! Nada de lo modificado o corregido es, en estos momentos, una necesidad o una demanda ciudadana.

Resulta curioso y paradójicamente triste: el PP no modifica las medidas económicas por las que Zapatero perdió el poder, y en cambio, sí está modificando los derechos sociales por los que Zapatero y el PSOE (a lo largo de su historia) alcanzó el reconocimiento ciudadano.