Con las elecciones generales a la vuelta de la esquina, el Gobierno trata de sacar rédito a una economía con un crecimiento esperado en 2015 del orden del tres por ciento, y un descenso de la tasa de paro. Del otro gran objetivo de la política económica, el que verdaderamente ha guiado la acción del Gobierno por encima de la creación de puestos de trabajo y del cambio del patrón productivo, ya no se habla tanto, pues la Comisión Europea ha estimado que no cumplirán ni en 2015 ni en 2016 los objetivos de déficit público.
En lo que respecta al crecimiento del Producto Interior Bruto, es indudable la influencia que sobre éste han tenido factores exógenos como el abaratamiento del precio del petróleo, y la política de depreciación del euro que ha emprendido desde agosto de 2012 el Banco Central Europeo. Por las mismas, la recuperación económica es difícilmente sostenible si se tiene en cuenta que la política de la derecha no ha dinamizado la industria ni los sectores emergentes, por lo que si cambian las condiciones externas es muy probable que se produzca una caída brusca de la tasa de crecimiento económico. Todo ello sin olvidar que la política presupuestaria del Partido Popular, además de aumentar la pobreza y la desigualad, provocó dos años consecutivos de crecimiento negativo de la economía (2012 y 2013).
Con relación a la tasa de paro, el Partido Popular considera que su hoja de servicios es reluciente, al haberla conducido del 27 por ciento de la fuerza de trabajo que alcanzó en el primer trimestre de 2013 (tras más de un año de gobierno) al 21 por ciento el tercer trimestre de 2015. Es decir, una reducción de seis puntos porcentuales, pero, no lo olvidemos tras haberla conducido bajos sus ojos hasta el nivel más arriba citado.
Una comparación más precisa revela la magnitud de la mejora de la tasa de desempleo a lo largo de estos cuatro años de mandato de Mariano Rajoy, que es verdaderamente ínfima. Dado que no disponemos todavía de la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2015 (aunque podría ser negativa a la vista del aumento del paro registrado en octubre de ese año), hay que tomar el dato de la tasa de paro del tercer trimestre, y compararlo con el mismo trimestre de 2011, cuando todavía gobernaba el Partido Socialista. La comparación es bastante pertinente, porque el último trimestre de 2011 el Gobierno se encontraba ya en funciones y el país en fase electoral. Por tanto, estos dos trimestres son los últimos en los que ambos Gobiernos, el del PSOE y el del PP se encontraban a pleno rendimiento (lo que no obsta que en enero de 2016 comparemos los dos últimos trimestres de 2011 y 2015).
Pues bien, en el tercer trimestre de 2011, la tasa de paro se encontraba en el 22,56 por ciento. En el tercer trimestre de 2015, el porcentaje ha sido del 21,18 por ciento. Por tanto, el desempleo en España durante la etapa del Partido Popular se habría reducido exactamente en 1,38 puntos porcentuales. En cuatro años. Es decir, que en realidad la gestión de la derecha consistió en provocar una subida del paro en la primera parte de la legislatura para bajarlo en la segunda, pero dejándolo prácticamente donde estaba cuando concluyó la etapa de Rodríguez Zapatero.
Si se analiza el desempleo desde el punto de vista del paro efectivamente registrado en los servicios públicos de empleo (un indicador menos fiable que el de la Encuesta de Población Activa), el número de parados se habría reducido en 245,990 personas, lo que no deja de ser una cifra modesta en el marco de una legislatura, sobre todo si se tiene en cuenta que el número de ocupados se ha reducido en 435,000 personas entre el tercer trimestre de 2011 y el de 2015.
Hay que tener presente para entender esta divergencia, que el descenso del paro registrado no se debe necesariamente a que haya más empleos, sino también al aumento de la población inactiva, es decir al abandono de la búsqueda de empleo, el aumento de las prejubilaciones, etc. De hecho, la población económicamente activa se redujo entre el tercer trimestre de 2011 y el tercer trimestre de 2015 en algo más de medio millón de personas.
En definitiva, en el período 2011-2015 se ha reducido el número activos, el número ocupados, y marginalmente también el número parados, con una tasa de desempleo prácticamente equivalente en el inicio y el final de la etapa de gobierno del Partido Popular.
Éste, y no otro, es el balance de la política económica del último cuatrienio.