Poco les han importado las informaciones en las que milimétricamente se detallan las repetidas veces que tanto él como Aznar (y algunos de los ahora imputados por la presunta trama de corrupción relacionada con el Partido Popular) utilizaban aviones de las Fuerzas Aéreas para sus desplazamientos privados y partidistas.

Si no quieren cambiar de tema a pesar de estas evidencias es porque no tienen otro. Su campaña para Europa no se ha movido de España. No sabemos de sus propuestas sobre inmigración, sanidad, educación, medio ambiente o trabajo, auténticas vértebras de la Unión Europea. Falcon, crisis y paro han sustituido a estas importantes cuestiones para el futuro de Europa.

El Partido Socialista, que conoce y quiere representar los verdaderos valores de la Unión no puede caer en la trampa de la distracción constante. El debate insustancial sobre el uso normal y obligado de los servicios de seguridad vinculados a Presidencia del Gobierno no construye Europa.