La ruptura del dialogo social es grave y más aún, por intereses que nada tienen que ver con el mundo laboral, sino con criterios puramente políticos y de lucha de poder. Pretenden explotar más a los trabajadores, restringir derechos y ganar más. Siempre ganar más a cualquier precio.

Hay que convencerles, aunque ya lo saben, que la mayor cobertura de la negociación colectiva garantiza que los salarios evolucionen más en consonancia con el crecimiento económico, y contribuye también a reducir la desigualdad salarial. Esto significa más bienestar, pero también más consumo y crecimiento económico. En los países “de alta cobertura” (es decir, con una cobertura superior al 30% de los empleados), la elasticidad de los salarios es de 0,87. En otras palabras, cuando el PIB per cápita creció un 1% adicional, los salarios medios aumentaron un 0,87% adicional. En los países con “baja cobertura”, la elasticidad de los salarios es de sólo 0,65.

Frente a las soflamas, los datos. En 2009, en plena crisis, continúa de manera más acentuada un proceso donde se agudiza la bajada de los salarios y aumenta la desigualdad salarial especialmente en los países donde se originó la crisis, EE.UU y Reino Unido. Así, en comparación con la media anual de 2008, los salarios reales disminuyeron en el primer trimestre de 2009 en más de la mitad de los 35 países de los que se tienen datos recientes por parte de la OIT. Y la distancia entre el 10 por ciento de los trabajadores con salarios más altos y el 10 por ciento de los trabajadores peor pagados, ha aumentado ligeramente. Este aumento ha sido de 0,15 puntos porcentuales en el periodo 2007-2009 en EE.UU, según la Encuesta de Población Actual de la Oficina de Estadística del Trabajo (BLS), y de 0,24 puntos porcentuales en el periodo 2007-2008 en el Reino Unido, según la Oficina Nacional de Estadística de este país.

Existe una relación global entre la dirección del crecimiento económico y los salarios. En los diez años anteriores a la crisis los salarios habían aumentado a un ritmo más lento que la economía. En promedio, por cada uno por ciento adicional de aumento anual del PIB per cápita se había registrado un aumento de sólo 0,75 por ciento en el crecimiento anual de los salarios. En el periodo pre-crisis más reciente, 2005-2007, hubo una mayor correspondencia entre el crecimiento económico y los salarios. Este proceso se interrumpió con la crisis, aunque es muy diferente dependiendo de los países. Algunos en el periodo 2008-2009 lograron mantener el crecimiento salarial positivo a pesar de la recesión económica, mientras que otros registraron fuertes reducciones de los salarios.

Un dato significativo de la crisis es que ha perjudicado de igual manera a los salarios de las mujeres y los hombres. En promedio, en los 22 países de la muestra del Informe Mundial de Salarios actualizado a 2009, la brecha salarial de género se ha mantenido invariable. Las mujeres ganan aproximadamente el 80 por ciento del salario de los hombres, lo que indica que se detuvo la lenta pero sistemática tendencia a una mayor igualdad de género a largo plazo. Sin embargo, en algunos países la situación de las mujeres se ha deteriorado. Sirven de ejemplo el Reino Unido, donde la brecha salarial de género volvió a ensancharse en 2008, tras haber mermado en los últimos años. Y Estados Unidos, donde la brecha salarial de género se ha acentuado, puesto que los salarios de las mujeres pasaron de representar el 80,2 por ciento de los salarios de los hombres en 2007, al 79,9 por ciento en 2008.

En este contexto, donde la incertidumbre, la desigualdad y la injusticia crecen a causa del modelo económico capitalista de las últimas décadas y de la sinrazón de actuaciones como la de la CEOE, es decisivo que los gobiernos se comprometan con la protección social y el poder adquisitivo de sus ciudadanos. El gobierno socialista, lo está haciendo y lo va a hacer, porque tiene claro que el diálogo social es necesario pero lo que es irrenunciable es que un gobierno gobierne.