La abusiva utilización partidista de Telemadrid por Esperanza Aguirre no tiene límites.Durante los últimos días, Aguirre se ha lanzado a un maratón de inauguraciones, seguida de cerca por las cámaras de Telemadrid, que durante horas y horas vienen informando sin descanso sobre las actividades inaugurales de “su” Presidenta –incluidas copichuelas y meriendas–.Los madrileños que siguen Telemadrid –cada vez menos– no salen de su estupor, y de su sopor, ante tan aburridos como reiterativos publirreportajes propagandísticos. El problema es que todo esto lo pagan los madrileños con sus impuestos, a mayor gloria de la señora condesa. ¡Ni siquiera en el famoso NODO se llegaba a tanto!
Los expertos en comunicación sostienen que tamaña sobrecarga publicitaria puede llegar a producir efectos contraproducentes. Pero, de momento, nadie va a salvar del aburrimiento a los pobres telespectadores madrileños.
La desmesura propagandística e inaugural de Esperanza Aguirre está llegando a tales extremos que no se corta en inaugurar obras sin terminar, o instalaciones que no han sido realizadas por su gobierno, como la estación de metro de la Terminal 4 de Barajas. Incluso, en los nuevos mapas que los dirigentes del PP están realizando sobre el metro de Madrid –a un coste disparatado, por cierto– han llegado a suprimir la estación del barrio de “Simancas” (sic), quizás porque pensaban que de esta manera podrían hacer publicidad del candidato socialista a la Presidencia de Madrid, dada la coincidencia de nombres. Cuando se escriba la historia del mandato de Esperanza Aguirre, desde sus orígenes, con la vergonzosa historia de los Tamayos, hasta todas estas desmesuras publicitarias, los cronistas no sabrán si reír o llorar. Por favor, si conocen a alguien que piense votar por Aguirre el 27 de mayo, pídanle, al menos, un minuto de reflexión serena.