La educación es, sin lugar a dudas, el factor primero y más determinante en las estrategias de desarrollo para una sociedad, tanto en el componente económico como en la faceta social y cultural. La educación es igualmente el instrumento más importante con que cuenta esa misma sociedad a la hora de procurar la igualdad de oportunidades. Por esta razón, los países que aparecen con mejores referencias en los Informes PISA son precisamente los países más desarrollados, con más bienestar, igualdad y calidad de vida.
El país que viene encabezando el ranking de las naciones con mejor sistema educativo en los últimos Informes del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes elaborados por la OCDE es Finlandia, sin lugar a dudas una de las sociedades más avanzadas del planeta.
Hace escasos meses tuve la oportunidad de visitar Finlandia para conocer de cerca y en detalle las características de su servicio educativo. A mi juicio, las claves que hacen de la educación finlandesa la mejor del planeta son siete.
• Todo el país, desde las autoridades institucionales hasta la última entidad de la sociedad civil, asumen la constante mejora del sistema educativo como la primera entre todas las prioridades estratégicas colectivas. Educación, educación y educación: este es el secreto del éxito de la sociedad finlandesa.
• La educación es fundamentalmente una educación pública, siendo muy residual la enseñanza privada. Los finlandeses entienden que el carácter público de su sistema educativo constituye la mejor garantía para la equidad social.
• Finlandia es uno de los países que más porcentaje de gasto público y de producto interior bruto destina a la educación. Su población y sus instituciones consideran el gasto educativo como el más rentable para asegurar un crecimiento fuerte, estable y justo.
• Su sistema educativo se caracteriza por la búsqueda constante de la calidad. Por esta razón cuentan con unas ratios medias de apenas una docena de alumnos por aula, así como un plantel de profesionales muy amplio y cualificado, tanto en tareas docentes como, y sobre todo, en funciones no docentes (logopedas, psicólogos, trabajadores sociales…), además de unas instalaciones envidiables.
• Han declarado la guerra al fracaso escolar, de tal manera que los proyectos educativos y los curricula llegan a personalizarse para asegurar que todos los niños y niñas alcanzan los objetivos planteados. Los problemas se detectan de manera temprana y se atajan antes de convertirse en fracaso.
• Los escolares finlandeses manejan tres idiomas desde la etapa infantil, y culminan la enseñanza secundaria manejando incluso un cuarto.
• Toda la sociedad se implica en el sistema educativo: desde los padres y madres de manera muy protagonista, hasta las entidades culturales y deportivas de cada municipio, pasando por los Ayuntamientos, en los que están residenciadas las principales competencias de gestión de la enseñanza.
España ha avanzado mucho durante los últimos años, a pesar del lastre que las políticas educativas de la derecha han supuesto en el Estado y que todavía suponen en algunas comunidades autónomas. Pero si de verdad queremos situarnos entre las sociedades más desarrolladas del planeta, hemos de tomar nota de la experiencia de aquellos que mejor lo hacen: educación, educación y educación.