Sin embrago, el Ayuntamiento llega tarde. Los avisos a la población se han efectuado sólo días después de que el alcalde Gallardón dijera que la cuestión de la contaminación era parte de “una campaña” electoral contra el consistorio.
La polución no es sólo un arma política, como hasta ahora han querido mostrar desde el Ayuntamiento. Se trata de problema muy real, que amenaza seriamente la salud de los ciudadanos, además de ser ilegal según la Unión Europea. Avisar a la población es un paso, pero la ley obliga al consistorio a tomar medidas. Éste no sólo no las toma, sino que además intenta ocultar el problema. Así, hace unos días conocíamos la denuncia de que el Ayuntamiento intentó ocultar los altos niveles de polución cambiando los medidores de calidad del aire de las zonas con más tráfico a otras con jardines. El bochornoso asunto llegaba incluso a las páginas del “Financial Times” y del “Corriere della Sera”.
Aun para las personas sanas, el aire contaminado puede producir irritaciones o dificultades respiratorias, no hablemos de personas con enfermedades cardíacas o con con afecciones respiratorias como el asma para quienes estos días de “bruma de ozono” pueden ser nefastos. Mientras Gallardón “se burla” (así titulaba el diario italiano) y se encomienda a la lluvia, millones de personas seguirán respirando aire sucio.