El “culebrón Endesa” parece no tener fin. Después de las sucesivas OPAS sobre la compañía española (primero fue Gas Natural, después E.On), la última oferta de la italiana Enel junto con la constructora española Acciona, realizada justo después de una reunión entre la Canciller germana Ángela Merkel y el Primer Ministro de Italia, Romano Prodi, se ha generado cierta sensación de inestabilidad y sorpresa entre la opinión pública. Tal y como están las cosas, ¿no sería más sensato que los Gobiernos se pusieran de acuerdo y propiciaran la creación de una empresa energética europea fuerte de los tres países que produjera sinergias y ventajas comunes? ¿No posibilitaría esto un mayor beneficio para los consumidores y para la propia política energética europea? ¿Acaso los Estados no tienen algo que decir, y que hacer, ante la actual situación energética mundial y los retos de futuro?
EL BAILE DE LAS ELÉCTRICAS
