Los destrozos creados por la crisis y por la política económica puesta en marcha son de tal calibre que no cabe esperar que se restañen las heridas causadas. El desempleo va a seguir siendo elevado, los empleos que se puedan generar van a ser muchos de ellos precarios, favorecido este proceso por la reforma laboral, de manera que, en términos generales, se puede asegurar que las condiciones de trabajo y los derechos de los asalariados serán peores. Se trabajará con salarios menores, por lo que la demanda se mantendrá baja por un tiempo. Algunos analistas y el propio Gobierno pueden llegar a suponer que más empleos con peores salarios pueden compensar la caída de la demanda, pero esto es muy improbable que suceda.
Los buenos datos de las exportaciones y el turismo no pueden compensar la falta de crédito en la economía española y la disminución de la demanda. En muchos casos, además, las empresas exportadoras han cambiado la demanda interna por la externa, sin que esto suponga mayor empleo. Las empresas que han logrado aumentar su negocio con el exterior es posible que hayan creado empleo, pero no es así en bastantes ejemplos, pues lo que tratan es de producir más con los mismos trabajadores que antes. Es más, en algunos casos de empresas exportadoras también se ha despedido a trabajadores.
El descenso de la renta disponible en la mayoría de la población está teniendo efectos negativos sobre el ahorro y el consumo, a lo que hay que añadir la incertidumbre, que hace que las economías domésticas se retraigan a la hora de consumir. Por si fuera poco, ha aumentado la desigualdad y la pobreza. Mientras las dificultades crecen para gran parte de la población, el segmento de los ricos consigue aumentar su renta y su riqueza. Así, como las grandes empresas y los bancos.
Los recortes que se avecinan sobre las pensiones van a tener efectos catastróficos sobre una parte significativa de la población, por lo que el consumo tenderá aún más al descenso. Además, como indican las cifras, muchas familias sobreviven gracias a la pensión de los mayores. Una contrarreforma de esta naturaleza, no solamente va en contra de las declaraciones del Gobierno, sino que va a profundizar aún más, si cabe, en el deterioro del nivel de vida de bastantes familias, sobre todo las más vulnerables.
Hay un hecho que se obvia con frecuencia en los análisis económicos, como es qué sectores y empresas van a desempeñar el papel de motores de la recuperación económica. La construcción desempeñó esta función en los años anteriores a la crisis, pero no lo puede seguir haciendo en el futuro. No se están tomando medidas para fomentar una actividad empresarial que se sustente en el conocimiento y la tecnología. Al contrario, se camina en la dirección equivocada al recortar en investigación. Apenas se fomenta la transferencia de tecnología, y no se apuesta por aquellas actividades en las que la economía española puede ser, de hecho ya lo es pero convendría reforzar, competitiva.
Se sigue optando por el capitalismo de casino, tanto por lo que suponen las burbujas y procesos especulativos, como por lo que significa en el sentido literal de la palabra, como es el caso de Eurovegas. Los dirigentes políticos, o bien no saben hacer propuestas que vayan en el sentido de modernizar la economía española, o bien no les interesa, porque lo único que pretenden es beneficiar -y de paso beneficiarse ellos con la puerta giratoria- a los empresarios amigos o a otros que puedan venir.
Un caso muy singular de todo esto ha sido la presentación de la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos de 2020. Una vez más, se han creado falsas expectativas, y se ha jugado con los sentimientos de la gente. Se ha llegado a afirmar que era un motivo para salir de la crisis. Otra vez más de lo mismo, construcción, hostelería, por poco tiempo eso sí, y empleo de baja cualificación. Los beneficios económicos los iban a obtener los de siempre, mientras los ciudadanos iban a soportar los gastos del evento, sin que los posibles beneficios de retorno estuvieran asegurados. Un fracaso más de los muchos que se están cosechando.
Me ha llamado la atención el poco debate que ha habido sobre esta propuesta. En su día firmé un escrito contra la presentación de esta candidatura, que se encontraba muy bien argumentado y razonado. Pero no se generó un debate. Una vez que se ha producido el fracaso en la tercera intentona, han surgido muchas voces críticas y análisis sobre las causas que lo han podido determinar. Se puede observar con estas intervenciones que no solamente los economistas somos los que intentamos explicar las cosas a toro pasado.
En suma, en este caso, la alcaldesa, otras autoridades de la Comunidad Autónoma, el propio Gobierno, con la complicidad de la oposición socialista y de los sindicatos, han contribuido a fomentar expectativas falsas, y se había considerado, con aires muy triunfalistas, que Madrid 2020 tenía todas las de ganar. Aunque otros, una minoría eso sí, no lo teníamos tan claro. Hay que pedir más realismo a los que gobiernan y a la oposición mayoritaria, que se encuentra perdida hace mucho tiempo, siendo esto un ejemplo más.