Por ello, no podemos saber si la capacidad que está demostrando de fomentar debates es algo inherente a su propia personalidad o derivado de las funciones de su Ministerio. Pero el caso es que, aún sin llegar a decir que provoca, si es válido el asegurar que la Ministra de Igualdad estimula el debate con, casi, cualquier cosa que dice.
Esa capacidad, que yo me atrevería a juzgar como de liderazgo social, tiene mas relevancia en razón a los temas con los que incita el debate, asuntos que no suelen tener un clima previo en los medios de comunicación o en la opinión pública, al menos aparentemente. Por ejemplo, le sería fácil al Secretario de Estado para el Deporte generar ahora un debate sobre las alineaciones de la selección española de futbol, pero parece mucho mas difícil que la gente se interese por la inclusión de nuevas palabras en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española o por las prendas de ropa que usan las mujeres musulmanas. Y, sin embargo, Doña Bibiana Aído lo ha conseguido (con perdón por el pareado).
No quisiera restar importancia a esos temas que suele abordar la Ministra. Al fin y al cabo, ¿quien soy yo para fijar la agenda del Gobierno de España?, pero se me ocurre que esa capacidad de generar debate en la opinión pública debería extenderse a otros ámbitos de interés social.
Por ejemplo, y dado que el propio Presidente del Gobierno ha suscitado la conveniencia de iniciar un debate sobre el empleo de la energía nuclear, pienso que Doña Bibiana sería una persona idónea para conseguir que todo el país interviniera en dicho debate.
Y ¿qué decir de los varios otros temas que están ocupando solo la atención de los ponentes y enmendantes de las tesis del PSOE para su próximo Congreso, como la laicidad o la mejor regulación del aborto, y que, en boca de Doña Bibiana se podrían extender a toda la población española? Incluso, ahora que ya se está agotando el debate de si la crisis es crisis, estoy seguro de que podría tener un nuevo impulso si ella se lo propusiera.
En fin, sin querer agotar a la Ministra de Igualdad, he querido poner de manifiesto la necesidad social de emplear su capacidad de liderazgo en otras muchas causas.