Se habla del síndrome de “El nido vacío” para definir el hueco que se produce cuando los hijos crecen y se alejan del hogar familiar. Y es, en ese justo momento donde afloran todas las insuficiencias de la relación de pareja, esas fisuras ya existentes con anterioridad, probablemente desde hace muchos años, pero ocultas por el ruido e intensidad de lo cotidiano de la vida familiar.
La película “El nido vacío” podíamos calificarla de una comedia que retrata con humor la reconstrucción de un matrimonio. De la aventura personal y de pareja de redescubrir sentimientos, percibir diferentes miradas y afrontar los avatares del día a día de un matrimonio que vuelve a convivir solo. Leonardo es un escritor de éxito, pero poco a poco se ha vuelto insociable. Las situaciones sociales de la clase media bonaerense le llenan de hastío, y los cambios que se producen a su alrededor le inquietan. Mientras su mujer, Martha, se adapta a la nueva situación e incluso retoma la Universidad, Leonardo se entrega a su imaginación y se aventura en su propio viaje.
Este film es un preciso retrato psicológico de la crisis de mediana edad, de un dramaturgo que se siente ignorado por su mujer y por sus hijos y que permanece ajeno a un mundo falso y poco atractivo para él. La brillantez de los diálogos y la interpretación de sus protagonistas conceden un visionado que atrapa.
“El nido vacío” cuenta con algunos planos de una absoluta belleza y está rodado con una elegancia que nos introduce en el mundo intelectual de sus personajes y que logra armonizar lo onírico con lo real.
El realizador argentino Daniel Burman se ha labrado un amplio prestigio internacional gracias a cintas como El abrazo partido, con la que ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín, o la reciente Derecho de familia. Con este nuevo largometraje se confirma como uno de los mejores realizadores latinoamericanos. Protagonizan la cinta Óscar Martínez (Berlin is in Germany), cuyo papel le valió la Concha de Plata al mejor actor en el último Festival de San Sebastián, y Cecilia Roth (Una noche con Sabrina Love).