Las últimas tormentas primaverales han traído de nuevo el caos a la M-30. El agua cubrió con más de un metro de altura muchos tramos de la carretera de circunvalación madrileña. Enormes balsas anegaron la calzada en ambos sentidos, dejando atrapados centenares de vehículos. Y lo malo es que mientras duren las lluvias se van a seguir produciendo inundaciones por una razón muy sencilla: las obras no están terminadas, los obreros siguen trabajando en ellas. Un día se producen cortes por la lluvia, otro por la rotura de una tubería y otro por cualquier otra causa. Siempre hay una excusa para que los gestores municipales eludan sus responsabilidades. El alcalde tiene que dar explicaciones porque es su obligación y porque todos los madrileños nos lo merecemos.
Si no paramos de verle, en plena vorágine electoral, abriendo túneles, metros, centros de mayores, teatros y hasta repartiendo cocido en la Plaza Mayor, también le queremos ver asumiendo sus responsabilidades cuando se producen sucesos de este tipo, y no tener que escuchar a personas de su equipo criticando al candidato socialista porque se acercó a la M-30 cuando una cascada empantanó un túnel recién abierto al tráfico.
Ruiz-Gallardón ha logrado convencer a muchos madrileños de que lo que Madrid necesitaba con más urgencia era soterrar una carretera. Con eso la ciudad ya sería moderna. El ruido, las deficiencias en los barrios, las aceras intransitables, los edificios que se caen, la falta de personal, la suciedad, los atascos, la contaminación no importan… Eso no cuenta. Gallardón ha logrado construir unos túneles “en el tiempo previsto” y “ha cumplido”. Pero ¿quién le pidió que pusiera en marcha esta obra faraónica? ¿Era una prioridad de los madrileños? ¿Quién le pidió que soterrara la M-30? ¿Los madrileños o los dueños de empresas constructoras? Si Madrid no está preparada para las lluvias primaverales, cómo lo va a estar para que los madrileños vivan cómodamente. Quizá lo que en realidad busca el Alcalde es aficionar a los ciudadanos al buceo, uno de sus deportes favoritos.