Algunos pensábamos que la legislación española y el respeto a los derechos y deberes establecidos en la Constitución eran iguales para todos, sean nacidos en el país o no. El “contrato” del PP criminaliza al inmigrante, presuponiendo de antemano que son infractores de las normas y del ordenamiento jurídico español. Pero ellos van a más. El toque de condicionar la permanencia en el país a mantener el empleo es perverso.
¿Qué pretende el Partido Popular? Están introduciendo en la campaña un matiz xenófobo hacia la inmigración, porque el mensaje que hay debajo no deja lugar a dudas. Si hay recesión, primero los nacionales. Pero además, ¿cómo se enfrenta a un empleo una persona que sabe que si se queda sin él, va de patitas a la frontera? ¿Esto es favorecer la integración, o todo lo contrario? El Partido Popular quiere trabajadores sumisos y baratos, sobre todo baratos. Trabajadores que estén dispuestos a tragar con lo que venga, a aceptar los contratos más precarios, las condiciones laborales peores y los salarios más bajos. Todo ello repercute en el mercado laboral de forma integral, generalizando la precarización de hecho del empleo y de rebote se entra en una pendiente de rebaja de los derechos laborales de todos los ciudadanos.
La otra parte de la propuesta, que va orientada al aprendizaje de “las costumbres” de los españoles entre las que el PP introduce normas de urbanidad como “la higiene”, podría hasta mover a la hilaridad, si el tema no fuera tan sensible, al tratarse de la vida de muchas personas que sólo quieren trabajar y vivir en paz. Pueden surgir preguntas como: si Rajoy gana las elecciones, ¿repartirá folletos explicando las costumbres de los españoles?, ¿cuáles son éstas?, ¿se enseñará a distinguir entre las “buenas costumbres” de las personas “normales” y las “malas” de las que no lo son?, ¿se expulsará a los que no se duchen cada mañana?, ¿las personas que vienen de allende las fronteras son más sucias que las nacidas en España?
La integración de los inmigrantes se hace con políticas públicas que favorezcan la igualdad, invirtiendo en mejorar la sanidad, la educación pública, la vivienda, los servicios sociales, las protecciones ante el desempleo,… Parece lógico pensar que si aumenta la población lo que hay que hacer es invertir en protección social, para que los servicios del Estado del Bienestar funcionen y lleguen a toda la población, sean nacidos o no en España, porque ya convivimos con más de cuatro millones de inmigrantes, que hemos ido acogiendo durante los últimos diez años sin grandes problemas. La integración de los inmigrantes exige un esfuerzo colectivo, en el que debe implicarse toda la sociedad española. Animo a los lectores de esta web a que lean el próximo número de la Revista TEMAS (en marzo en los quioscos) que dedica un extenso monográfico, precisamente a “La integración de los inmigrantes”. Los del Partido Popular también están invitados a leer TEMAS, a lo mejor aprenden algo. De Arias Cañete mejor ni hablar, porque ha venido a decir que sólo tienen derecho a la salud aquéllos que la puedan pagar y eso requiere otro artículo.