Lo que no llega a los medios de comunicación y por tanto al conjunto de los militantes socialistas es el debate que se está produciendo en las redes sociales. Bajo los hashtags #bases38 o #reiniciandoPSOE son muchos (militantes y simpatizantes socialistas) los que están debatiendo sobre lo que creen necesario cambiar en el partido, cómo fortalecerlo democráticamente y, sobre todo, cómo establecer nuevos cauces de participación, usando para ello las posibilidades que las Nuevas Tecnologías nos ofrecen. Estas opiniones son tan respetables e importantes como la de cualquier otro militante o dirigente.
Las principales propuestas se focalizan en la elección de los dirigentes políticos con la votación de todos los militantes. Si realizamos una lectura rápida de estos espacios veremos que el lema “Un militante, un voto” es el más repetido, habiéndose planteado hasta una elección virtual del Secretario General del PSOE a través de una votación en las redes sociales el próximo 29 de enero. Además se tocan otros aspectos como la multiplicidad de cargos o la transparencia de los mismos, que sin duda son propuestas que merecen toda la atención.
Soy un firme defensor de las redes sociales, no sólo intelectual sino también profesionalmente. Nadie hoy duda que puedan ser una herramienta que ayude a la profundización democrática, al facilitar el acceso de cada usuario a la información de primera mano y, a su vez, hacer que llegue su opinión a muchos miles de personas, con la misma dimensión que un medio de comunicación tradicional. En los partidos políticos, por tanto, también se configura como un excelente canal a través del cual, cada militante puede expresar públicamente lo que considere oportuno, aportar, debatir o incluso criticar, siempre desde la corrección en los argumentos y el respeto mutuo, como en otros ámbitos de la vida.
Es habitual que la sociedad (entre la que se encuentran los militantes de los partidos políticos) avance más rápidamente de lo que permiten sus estructuras, demostrando que son poco permeables a los cambios y demandas sociales. A todo esto no es ajeno el Partido Socialista. Las nuevas tecnologías y su papel interno pueden jugar una baza fundamental en el futuro como elemento de interconexión con la sociedad. Por lo tanto, en el próximo Congreso, es una tarea ineludible que se tendrá que abordar para buscar una solución a su plena integración con la estructura orgánica.
Pero mientras tanto, compete a la dirección federal saliente dar cauce a esta demanda actual que es importante y digna de consideración. Se pueden aportar muchas ideas a través de las redes sociales, pero ha de ser coordinado y dirigido por los encargados de lanzar el debate de la ponencia política del 38º Congreso. Se ha de hacer con plazos, habilitando plataformas para la expresión de estas ideas, organizando encuentros y profundizando en los mecanismos de participación.
Pero la dirección federal tampoco se puede olvidar de los espacios de participación tradicional del partido. En estos momentos la estructura es la que es, quizá obsoleta, pero no parece razonable cambiar las reglas del juego mientras se disputa el partido. Sin embargo, si que se puede habilitar, recomendar o incluso demandar que las Agrupaciones Locales y las Federaciones Regionales sigan un protocolo de actuación que fomente los debates entre los militantes y, por qué no, simpatizantes socialistas.
La unión y bidireccionalidad de ambas vías garantizará un debate fructífero y muy enriquecedor. En una ocasión, un insigne militante socialista me dijo: “Es mas difícil equivocarse cuando las decisiones se adoptan entre muchos que cuando lo hacen unos pocos”. Estas sabias palabras deberían tenerlas presentes todos los militantes, pero especialmente sus dirigentes. Se tiene un duro reto por delante pero facilitando esta suma de opiniones se ayudará, sin duda, a que nazca un proyecto sólido e ilusionante.