El asunto de los mil impresos para solicitar el voto por correo encargados a una imprenta por el PP de Melilla no huele nada bien. La ley electoral dice claramente que para votar por correo es necesario que el ciudadano acuda personalmente con su DNI a una oficina de correos a solicitar el impreso oficial, rellenarlo allí con sus datos y firmar el impreso, que el funcionario de correos comprobará cotejando con el DNI. Por eso, no parece muy comprensible que ningún partido político encargue impresos propios para el voto por correo, como pretendía hacer el PP de Melilla, o el de Granada, que directamente ofrece en su web solicitudes de voto por correo. Si la ley electoral proporciona unas pautas concretas, hay que respetar esas pautas.

Pero, lejos de reaccionar positivamente como sería lo deseable, algunos dirigentes del PP han salido a los medios de comunicación para defender a sus compañeros de partido. E incluso, Ángel Acebes, ha llegado a dejarse retratar blandiendo un impreso obtenido por Internet como descargo de sus correligionarios, cuando sabe de sobra que no se puede votar legalmente por correo con un impreso obtenido a través de Internet.

El impreso de voto por correo consta de dos hojas con un autocopiativo que sirve como recibo. Estos impresos únicamente los realiza el Ministerio del Interior y los envía a las delegaciones del Gobierno, que son las encargadas de depositarlos en las oficinas de Correos para ponerlas a disposición de los ciudadanos.

¿Qué está ocurriendo en el Partido Popular? ¿Están dispuestos a hacer fraude, si es preciso, para arañar algunos votos? Y cuando se les pilla, mienten.