La “lideresa” ha asegurado que durante los próximos meses impulsará una campaña “de rebelión contra la subida del IVA”, colocándose así Aguirre en primera línea de oposición a una de las medidas que quiere poner en marcha el Gobierno para hacer frente a la crisis económica. Esta “insumisión” de la Presidenta parece más de boquilla que real, porque nada ha comentado sobre que el 50% del IVA que se recaude será para la propia Comunidad de Madrid, ni aclarado si renunciará o no a esa recaudación. Pero además, resulta escandaloso que sea precisamente una Comunidad como la de Madrid la que quiera “rebelarse” contra la subida del IVA, por injusto: ¿no es injusta la escandalosa subida de la tasa de basuras? ¿y la de las tarifas de los transportes públicos? ¿y la del Impuesto de Bienes Inmuebles? Si hay una Comunidad Autónoma que sube los impuestos de forma injusta esa es la que preside Esperanza Aguirre, aunque luego se llene la boda de todo lo contrario.

Con el lanzamiento público de su “rebelión” Aguirre consiguió meterse en el Congreso de los Diputados -donde se intenta llegar a acuerdos globales para hacer frente a la crisis- y marcar una vez más las líneas de oposición al Gobierno del Partido Popular, dejando a su líder, Mariano Rajoy, en evidencia.

Las actuaciones del Partido Popular de Madrid no dejan de sorprender, sus políticas “insumisas” a las directrices marcadas por el Gobierno de España son continuas y escandalosas, porque se están dedicando a entorpecer hasta la aplicación de leyes, como es el caso de la Ley de Dependencia, o la Ley del Tabaco. La Comunidad de Madrid tampoco colabora en la aplicación de actuaciones del Ejecutivo encaminadas a mejorar servicios públicos esenciales como la Educación, donde las autoridades madrileñas se han permitido el lujo de perder los 11,1 millones de euros que el Ministerio ha destinado a Madrid para poner en marcha el plan Escuela 2,0 destinado a dotar del acceso a un ordenador portátil a los niños de 5º de Primaria.

Me pregunto qué pasaría si estas actuaciones de “insumisión” hacia las políticas del Gobierno de España fueran encabezadas por Comunidades como la de Euskadi o la de Cataluña… Probablemente se oirían los gritos de “se rompe España” hasta en China.

Lo que hace Esperanza Aguirre, aparte de perjudicar a la mayoría de los ciudadanos de Madrid que dejan de percibir prestaciones públicas necesarias que sí están percibiendo los de otras Comunidades Autónomas, es institucionalmente muy grave. El Gobierno actual de España gobierna porque una mayoría de los ciudadanos le dieron su voto en las pasadas elecciones y es su derecho llegar a acuerdos y marcar las directrices principales de gobierno en aquéllas materias en las que tiene las competencias: las leyes aprobadas por el Parlamento, lo son, y por ello hay que aplicarlas, y la legislación sobre los impuestos también.

La derecha neocon aprieta en Madrid y no tiene empacho en cargar contra el Estado, algo habría que hacer.