La amplia participación, en torno al 66%, a pesar de las fechas estivales, legitima aún más está iniciativa. La contienda ha sido profusa en propuestas y matices, aún compartiendo los contendientes el mismo proyecto socialista. La campaña ha sido ampliamente seguida por los medios y por los ciudadanos, aportando un soplo de aire fresco en el ambiente un tanto viciado de nuestras organizaciones partidarias. Y la organización de la consulta, aún siendo la primera de estas características, ha sido razonablemente eficaz.

Pedro Sánchez fue coherente en la celebración de su triunfo. “Cambio y unidad” era el lema de su campaña, y cambio con unidad es lo que prometió en su proclamación en Ferraz ante una representación entusiasta de militantes socialistas. En la democracia y en la unidad estará, sin duda, la fortaleza del PSOE ante el nuevo tiempo que se abre. Eduardo Madina y Pérez Tapias estuvieron tan correctos en el respaldo al nuevo secretario general como lo estuvieron en la confrontación democrática de los diez días anteriores. Rubalcaba merece un reconocimiento muy especial por su contribución a la buena marcha y el mejor desenlace de esta aventura.

¿Y ahora qué? El trabajo que tienen ante sí Pedro Sánchez y su nueva dirección es tan apasionante como ímprobo. Recuperar la confianza dentro del partido y recuperar la credibilidad del partido en la sociedad española. Nada menos. La primera vendrá de la mano de la renovación, la modernización, la democracia, la apertura y la unidad. La segunda llegará con un proyecto político coherente con los valores de siempre, la igualdad y la libertad, y a la altura de los retos de una sociedad muy castigada por la crisis, el paro, la precariedad social, el desafío territorial y la demanda de más calidad democrática.

El trabajo será duro, pero el extraordinario respaldo recibido el día 13 ayudará, sin duda, a sumar imaginación y fuerzas para que el nuevo PSOE cumpla con su responsabilidad y configure cuanto antes la alternativa progresista de gobierno que tanto necesita este país.