Ahora bien, si definiéramos la Banca pública por su finalidad primordial que es actuar en beneficio de los ciudadanos, evidentemente no los es. Por tanto hay que preguntarse qué son exactamente este conjunto de entidades, que han recibido cuantiosas ayudas del Estado y que han visto reducido el valor de sus acciones prácticamente a cero euros. Pues bien, el resultado de numerosos errores en la conducción de la crisis de esas entidades y cuyo previsible futuro es venderlas a otros Bancos cuando estén totalmente saneadas o incluso troceadas si hiciera falta.
Un aspecto importante es cómo se están gestionando estas entidades y para hacer más liviana la explicación, es oportuno centrarse en un solo Banco, Bankia por ejemplo. Según la prensa este Banco está dirigido por el señor Goirigolzarri, que como es bien sabido fue nombrado por el señor de Guindos cuando Bankia aún no estaba nacionalizada. Se supone que el señor Goirigoizarri debe responder de sus decisiones ante el FROB, cuya Comisión Gestora ha sido nombrada por los poderes públicos y cuyo Director General ha sido nombrado por el Consejo de Ministros y según ha trascendido es un hombre del señor de Guindos.
Sin embargo, no se sabe que el señor Goirigoizarri tome decisión alguna que ayude a paliar la crisis en ningún aspecto, cuando debería ser al contrario, ya que se debe a todos los españoles. Por otra parte está ya hablando, ¡eureka¡ de dar créditos, incluso de quedarse con Novacaixagalicia, además de gestionar por el momento Catanlunya Banc. Al final el señor Goirigolrrazi va a ser el cuarto mosquetero del sistema financiero español.
Y ya que existe una Banca pública de hecho, que se está pagando o se va a pagar por todos los españoles, habría que plantearse, sin necesidad de imponer grandes cambios al menos por el momento: a) empezar a controlar esa Banca y b) definir estrategias positivas, en vez de esperar a ver cómo se vende a terceros que solo comprarán si sacan un buen beneficio.
Se pueden plantear diversos mecanismos para conseguir lo expuesto en el párrafo anterior. Uno podría ser involucrar al señor de Guindos en la gestión con finalidades públicas de esa Banca Pública. Pero bastante tiene de Guindos con mendigar aplazamientos sobre cumplimiento del déficit en Bruselas y Frankfurt. Otra solución es crear un nuevo ministerio, el de la Banca Pública, cuya finalidad exclusiva sería gestionar ese conglomerado bancario, pero eso no parece estar de moda.
Sin embargo, hay una solución mucho más sencilla que consiste en encomendar al FROB que actúe, no solo como socio financiero de esos Bancos, y se centre también en su gestión, no dejándolo todo en manos del Giorigoizarri de turno, como al parecer está ocurriendo.
Pero hay un problema y es que muchos españoles ya no nos fiamos de los gobernantes que anteponen su deber a sus promesas e insultan nuestra inteligencia con explicaciones extravagantes sobre los aspectos de la realidad que les incomodan. Por tanto, desde un primer momento, hay que controlar la gestión del FROB desde el Parlamento. Esto se puede hacer creando una Comisión ex profeso para ello. Esta Comisión, que debería funcionar sin preminencia de uno o dos partidos políticos solamente, no solo debería escuchar a los funcionarios del FROB, sino tener acceso periódico a determinada información.
Esta información debería consistir al menos en la documentación financiera que las entidades concernidas envían al Banco de España y en las Actas de las reuniones de los Órganos de gobierno del FROB y de los Bancos nacionalizados. Así mismo, la Comisión debería contar con personas expertas para auxiliar a sus Señorías en el entendimiento de la documentación aportada.
Por último, quiero decir que cuando a tantos tertulianos y políticos se les llena la boca de hablar de que las crisis generan oportunidades, tenemos la oportunidad de crear una Banca pública “ex novo”, que puede ayudar a salir de la crisis ahora y posteriormente a facilitar el despegue económico.