“Good” es una película que podríamos calificarla de moralista, o más bien sobre los conflictos éticos que surgen a una persona en determinados momentos cruciales de su vida. Mantener la lealtad a sus principios o dejarse arrastrar por las fuertes y confortables aguas de la conveniencia, ¡esa es la cuestión! En esta historia el protagonista es un escritor, profesor de Universidad que ve cómo sus ideas sobre la eutanasia son utilizadas como propaganda del régimen Nazi.
Basada en una obra de teatro del año 81, la cinta nos muestra cómo hombres buenos e inteligentes se vieron atrapados en una espiral de acontecimientos provocada por la ascensión al poder del régimen Nazi. La historia gira en torno a John Halder (Viggo Mortensen) un profesor de literatura y cómo una obra escrita por él hace 4 años sobre la eutanasia, atrae la atención del propio Hitler para ser utilizada como propaganda política. Este interés va a más y el régimen busca el convertir en realidad las ideas de Halder, por lo que se le pide que redacte algunos ensayos para justificar su ideario de selección de la raza. Pero, a pesar de haber atraído el interés del régimen, se le cuestiona el que nunca se haya unido al partido Nazi, por lo que finalmente el protagonista tiene que olvidar sus convicciones, vendiéndose al régimen para que su carrera despegue.
Y como la vida misma, toda acción tiene su consecuencia, y su existencia personal se le complica, su matrimonio se rompe, su madre sufre demencia senil y su mejor amigo Maurice (Jason Isaacs) es judío. Un reflejo de aquellas buenas personas que se vieron envueltas en la vorágine política de la Alemania de mitad de siglo.
Este es el último trabajo de Viggo Mortensen, sin duda el mejor. El resto de los actores hacen un magnífico trabajo, la dirección es más que correcta, precisa y convincente. Lo mejor de la película la ambientación y la puesta en escena, sobria pero eficaz.