Como aficionado al cine, me gustaría saber quién dirige las campañas promocionales de algunas películas. En aquellas donde sus mensajes centrales no corresponden en absoluto al contenido del film. Con Green Zone ha ocurrido esto. Todo el lanzamiento de esta cinta se ha basado en el precedente exitoso de la trilogía Bourne. De la cual, Paul Greengrass dirigío dos (“El mito de Bourne” y “El ultimátum de Bourne”). Y en esta oportunidad repite con su actor de cabecera Matt Damon que interpreta al jefe Miller. Estas son las dos únicas coincidencias, director y protagonista.

La acción se desarrolla en Iraq en 2003, Miller está a cargo de un equipo especializado en busca de las “famosas” armas de destrucción masiva que arrastraron a EEUU a la ocupación iraquí. Nuevamente la invasión de Irak es el pretexto perfecto para una película de indudable acción, pero de gran calado crítico con la Administración Bush.

El cine bélico norteamericano tiene grandes ensayos sobre sus propios conflictos en el pasado, la guerra de Vietnam quizás es el tema más tratado y ha dejado verdaderas obras maestras del cine, como lo es “Apocalypse Now” (Francis.F.Coppola, 1979) un genial retrato cargado de alegorías. Y hasta el propio Stanley Kubrick tiene su visión de guerra con “La Chaqueta metálica”(1987).

La guerra en Iraq y la posterior ocupación estadounidense en dicho país, también nos ha obsequiado con algunas películas dando su visión de los hechos, valgan de ejemplos “Red de mentiras” (Ridley Scott,2008) y la última ganadora del Oscar “Zona de miedo” (Kathryn Bigelow, 2008).

La película es muy entretenida y tiene todo eso que necesita un buen thriller de guerra. Su realizador consigue la fusión perfecta entre dos tipos de narración cinematográfica; por un lado, el cine de acción y gran espectáculo y, por otro, el que pretende transmitir una sensación de realidad a través del uso de recursos que lo acercan a la estética del informativo televisivo, mediante el uso de la cámara en mano y la apariencia documental.

En definitiva, es una película bien ejecutada, con unos actores competentes en sus papeles, espectacular en su desarrollo y que algunos ven como el principio de un nuevo cine político. Pero a mi parecer, esto está todavía bastante lejos.