La reciente encarcelación en Soto del Real de Luis Bárcenas ha vuelto a poner sobre el tapete sus actividades más incuestionables. Me estoy refiriendo concretamente a dos temas, sus depósitos en Bancos suizos y los socios de Bárcenas.
Según “consta” en abundante documentación, en el año 2007 Luis Bárcenas era titular de dos cuentas en los Bancos situados en Suiza, Dresdsner Bank y Lombard Odier por 22,1 y 24,2 millones de euros respectivamente. Por otra parte, el mismo Bárcenas ha reconocido ante el juez Ruz, que parte de ese dinero era también de otras personas.
Por tanto, algunos individuos entregaban dinero a Luis Bárcenas, para que a su nombre, o de determinadas sociedades, lo situara en Bancos en paraísos fiscales. No se conoce por otra parte, cuándo, cómo o por cuánto sería remunerado Bárcenas por sus gestiones. Esta actividad es la típica de un banquero a la antigua usanza, en el que sus clientes eran personas muy adineradas y su principal actividad era la custodia del dinero que se le confiaba.
Desconozco la “nota media” que obtuvo Luis Bárcenas en ICADE, pero hay que presumir que conoce razonablemente bien la contabilidad por partida doble, inventada por el fraile franciscano Luca Pacioli en el Renacimiento, y que es muy útil para el control adecuado de los negocios.
Según esto, para gestionar su Banco, Bárcenas ha tenido que llevar un Libro Mayor, y en el mismo tienen que estar abiertas tantas cuentas como depositantes (todos presuntos delincuentes) y además otras para los Bancos donde han estado y están actualmente depositados los dineros (todos en paraísos fiscales).
Por otra parte, se ha sabido que las cuentas en los Bancos suizos se han ido “vaciando”, de forma que en el 2012 solo quedaban en Suiza 9,1 millones de euros, ya que se han ido transfiriendo importes sumas a Bancos en otros países: Panamá, Estados Unidos, etc. La primera interpretación es que Bárcenas estaba alejando su dinero de Suiza, pero hay otra más plausible y es que está devolviendo los depósitos a sus “clientes”.
Las consecuencias de lo comentado antes tienen efectos en la investigación de los presuntos delitos, y en los clientes de Bárcenas. Por una parte, lo que tienen que conseguir la UDEF y el juez Ruz, no es que Bárcenas hable, sino que les entregue el Libro Mayor de su contabilidad, que seguro está a buen recaudo en la notaría de su confianza.
Si el Libro Mayor de Bárcenas se acabara descubriendo, yo no dudo que los clientes dirán que son supuestos contables que Bárcenas hacía en los ratos perdidos entre sus viajes a Suiza, como se ha insinuado de los papeles publicados por el País. Pero los investigadores y jueces van a tener una prueba muy valiosa, que son los extractos de las cuentas en los Bancos Dresdsner y Lombard.
Por otra parte, los depositantes de Bárcenas deben estar preocupados no solo porque se les exijan responsabilidades por sus hechos, sino lo que es peor, que la Banca Bárcenas quiebre y pierdan sus “ahorros” como vulgares “preferentistas”.