Hace dos días el director del Fondo Monetario Internacional, Strauss-Kahn ya nos advertía de algo que puede suceder y que sería realmente dramático, como es el hecho de que “podemos estar hablando de una generación perdida”. Más dramático si cabe teniendo en cuenta que sería la generación más preparada y cualificada de la historia que no encuentra su hueco.

Este hecho debería hacernos reflexionar, ¿qué estamos haciendo mal? ¿quizá no confiamos lo suficiente a los jóvenes? ¿Quizá no los sabemos motivar? ¿Por qué no damos más oportunidades?

Sería muy fácil pensar que estos 700.000 jóvenes son lo que no quieren adentrarse en el mundo laboral o educativo, que el 42% de parados lo es por decisión propia, pero ¿les estamos brindando las condiciones necesarias? ¿les hemos motivado? ¿el mercado laboral les da opciones?

Es necesario realizar un análisis más profundo, no vale con quedarse en la superficie, hay que ir al fondo de la cuestión, ¿Por qué hemos llegado a esta situación?, ¿por qué tenemos un 14% de jóvenes sin sueños, frustrados sin ganas?

Ahora que está de actualidad la reforma de las pensiones ¿Qué ocurrirá dentro de 30 o 40 años si realmente lleva razón Strauss-Kahn y estamos ante una generación perdida?