Cuentan los historiadores que a Catalina La Grande de Rusia, sus validos la preparaban aldeas y fachadas con edificios de cartón piedra y figurantes vestidos de falsos campesinos para su deleite inaugurador. Todo debía parecer perfecto, así que empleaban decorados para recrear una realidad inexistente.

La Presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, parece querer emular a la zarina, recreando también ella una realidad inexistente. La cuenta atrás electoral ha comenzado y hay que inaugurarlo TODO, independientemente de que las obras hayan terminado o no. La foto es lo que cuenta. Paradas de metro, centros de salud, colegios, intercambiadores… El problema es que los andamios, los suelos sin pulir, los palés y los sacos de yeso no resultan muy estéticos en las fotos, así que no queda otro remedio que tirar de atrezzo.

La última ocurrencia ha sido alquilar o pedir prestada una incubadora para la falsa inauguración del inacabado hospital de Parla. Allí no había ningún tipo de material sanitario, de hecho, hasta las batas que lucían los futuros trabajadores del centro eran prestadas. Prestada o alquilada era también la incubadora de la foto, que dos horas después de que Aguirre se fuera del hospital, salía de la clínica de Parla por la misma puerta por la que entró.

Una inauguración consiste en “dar inicio” a algo, según el diccionario de la RAE. Las inauguraciones que hace la Presidenta no dan inicio a nada hasta varias semanas, o meses, después de que ella se haga la foto.