El documento de los llamados sabios me suscita una duda fundamental: la cuantía de las pensiones no depende de los años de vida acumulados, que es lo que les preocupa a nuestros sabios, que más que eso me resultan sabihondos o mejor marisabidillas, que ya se sabe, son los pedantes que dicen sí, a los que mandan.
Con toda modestia, les digo a estos señores, que no les vendría mal, les vendría pero que muy bien, documentarse mejor sobre propuestas, muy razonadas y lógicas, de quienes mantienen otros puntos de vista, más próximos a la vida real, a la sostenibilidad y al interés de los pensionistas actuales y futuros, y llegan a propuestas, que defiendan los intereses de éstos, los pensionistas, y no de las compañías de seguros, que ven un momio en el negocio de hacer pensiones a los pudientes. Y para los que no lo son… pues que se mueran de acuerdo con la cuantía de las pensiones. Y si no saben hacerlo a su debido tiempo… a la vida miseria… que no está mandado ni previsto, vivir tanto.
Les recomiendo a estos señores marisabidillas, leer el libro de Vicens Navarro y Juan Torres, o los artículos publicados sobre este tema, por estos autores. Si son sabios… aprenderán y rectificarán, que es lo que caracteriza a los sabios, si son marisabidillas… cobrarán lo que les han prometido y… a vivir que son dos días, pero eso sí, perjudicando a los pensionistas actuales y futuros: a los creadores de riqueza.