Su lectura nos describe el clima social y especialmente el cambio de tendencia experimentado por la opinión pública española en los últimos meses. En lo que se refiere a las preocupaciones de los españoles, éstas crecen (respecto a octubre de 2006) en dos ámbitos: el económico y el terrorismo. En lo económico, continúa la tendencia al alza debido a la presión de la vivienda, actualmente en el 20% (+7% sobre 2006), el desempleo con un 19% (+1%) y la inflación el 14% (+6%). El salto cualitativo se aprecia en el terrorismo. El terrorismo ha regresado ya como un problema destacado para el 47% (un incremento de 18%). Las razones son evidentes. Su efecto social y de agenda política también. Por otra parte, disminuye la importancia de la inmigración como problema. Actualmente en el 36%, era percibido como una preocupación por el 64% de los españoles en otoño del año pasado. En definitiva, el clima social parece mostrar un mar de fondo agitado (vivienda, desempleo, inflación), sobrevolado por la preocupación ascendente que supone el terrorismo.

En el otro lado de la balanza, los datos sobre la felicidad de los españoles como motivo de estabilidad social, al igual que su posible efecto sobre el comportamiento son muy relativos. En absoluto especiales o decisorios. En diciembre de 2006, con una felicidad del 23% (muy feliz) ocupábamos la posición 15 en la Unión Europea, por debajo de la media (26%). Es decir, felices pero menos que la media europea. Como indicador para contextualizar, en la encuesta de abril-mayo de 2007, un 60% de españoles consideraba la situación económica de España muy buena o buena. Parece un porcentaje elevado. El porcentaje, referido a sus países, era del 92% para Finlandia y Suecia, del 93% para Holanda y de un 99% para Dinamarca.