En esta ocasión resulta especialmente hiriente que en el apartado de relevancia socio-cultural baremen a Temas solamente con 8 puntos sobre 20 y en el diseño editorial 3 sobre 15. Temas tiene una trayectoria ejemplar, fundamentada en el rigor, en la actualidad de las propuestas analíticas y de debate, en su pluralismo y en la calidad de sus artículos, a menudo escritos por catedráticos, expertos y científicos muy acreditados.
La supuesta comisión de expertos convocados por el ministerio está compuesta en su mayoría por un grupo de funcionarios que trabajan al dictado y que se dedican no solo a excluir a esta publicación, sino que además lo hacen insultando, al baremar a Temas de una forma que no sostiene un análisis realizado con el mínimo rigor.
La Secretaría de Estado de Cultura sabe muy bien lo que hace. Siguen un programa bien organizado para eliminar las publicaciones críticas, y Temas sin duda lo es. El Ministerio que dirige señor Wert, a través de un personajillo como el Secretario de Estado José María Lasalle, trabaja con la idea pre-democrática de que solo hay que regar las palmeras que adornan el propio jardín. Y está claro que publicaciones como Temas , que cuenta con criterios propios y definidos sobre las cuestiones que suceden, no adornan, más bien disgustan y critican al poder y a los intereses que representa el Partido Popular.
Lo que se desprende de esta nueva acción de la Secretaría de Estado de Cultura ataca a lo más profundo del sistema democrático: el respeto de las instituciones públicas a la pluralidad de la oferta cultural, algo que se venía haciendo hasta que el Gobierno de Mariano Rajoy ocupó el poder. Este es un motivo de indignación, pero no es un motivo más. Es un asunto de peso sobre el que es necesario reflexionar, porque igual que los cuerpos están bien alimentados cuando la dieta contiene variedad de productos de calidad, las mentes dejan de estarlo cuando la “dieta” cultural es sesgada y responde a los criterios mediocres del pensamiento único. Así es como se contribuye a crear sociedades enfermas.
Por eso es tan importante seguir dando la batalla para que revistas de pensamiento crítico, que cuestionan los excesos del poder, como Temas, sigan existiendo y percibiendo las pequeñas ayudas públicas que proporciona la Secretaría de Estado de Cultura y a las que este tipo de publicaciones también tienen derecho.