Vaya por delante que el problema de la piratería de productos culturales en España es muy grave, y que la protección de los derechos de autor es fundamental no solo por razones de justicia, sino para asegurar que en el futuro siga habiendo creadores. La SGAE, como lobby, cumple esa función de forma eficaz, pero tiene tres flancos críticos: su ceguera a la hora de adecuarse a las nuevas formas de negocio del mundo digital, el reparto de los fondos recaudados considerado por muchos como poco equitativo y una estructura interna poco democrática, que se asemeja a los sistemas de voto censitarios decimonónicos, en la que solo el 8% de los asociados tiene derecho a voto. En la cúpula, desde hace muchos años, está “Teddy” Bautista, cuyos partidarios ganaron ampliamente las elecciones celebradas recientemente. Habrá que ver el final de esta historia que promete, pero hoy, rememorando la canción más popular de Bautista en su época de cantante al frente “Los Canarios”, la SGAE “está de rodillas” ante la justicia.