Viene a cuento todo esto tras escuchar las recomendaciones de algunos comentaristas y leer las recetas que, en forma de exigencia, demandan articulistas de diversa laya que, para más inri, en algunos casos se presentan como profesores universitarios de allende los mares e investigadores de FEDEA, conocida fundación en la que campan pos sus respetos personas a las que Rajoy debe parecerles un peligroso bolchevique.
En un artículo aparecido en El País el pasado 21 de mayo, dos de estos preclaros sujetos, tras acusar al PSOE del miserable estado en el que nos encontramos -¡que clara enseñan la patita estos expertos!- arremeten contra el Gobierno del PP porque carece de la valentía política que se requiere para tomar las imprescindibles decisiones que se deberían tomar. Entre esas valientes decisiones está nacionalizar, sanear y luego privatizar a muchas Cajas de Ahorro y a una serie de Bancos. Innecesario decir quienes pagarían el saneo y quienes se quedarían con lo saneado. Otra de sus recetas es la de abordar una seria reforma de las pensiones que reduzca su excesiva generosidad (¡¡) y una transformación inmediata del subsidio de paro que ayude a reducir el gasto. Cuando la cuantía media de las pensiones está sólo un poco por encima del salario mínimo y cuando la propia Comisión Europea reconoce que la proporción de pensionistas en riesgo de pobreza es en España el más alto de los veintisiete países de la UE, excepción hecha de Chipre y Bulgaria; y cuando el número de protegidos por el desempleo está en claro retroceso, lo que plantean estos individuos es, sencillamente, un insulto y una provocación.
No es que a estas alturas sorprendan engendros ideológicos de esta catadura, que huelen a la naftalina de la cohorte ultraliberal que nos circunda. Lo que llama la atención es que a un Gobierno de tan marcada gestión antisocial y marchamo más que derechista se le acuse de cobardía por no pegar sus hachazos más a lo bestia. Puede, como decía al principio, que al divulgar sus recetas pretendan darle al PP la imagen de centro reformista que tiempo ha reclamaba para sí. Pero tampoco podría descartarse que sueñen con un caos social y por ende económico y político- para que nos impongan un Gobierno de expertos como a Grecia e Italia, a ser posible con sujetos de la órbita de Goldman Sachs o de Moodys.
No me canso de repetirlo: estamos acosados por sujetos a los que les estorba la democracia.