No es habitual empezar un comentario de una película con una doble felicitación, pero en esta ocasión lo voy hacer. Felicitación por la obra cinematográfica, por su magnífico resultado. Y felicitación a la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC) que con el proyecto Opera Prima trabaja con sus alumnos graduados para darles una primera oportunidad en el cine. “Lo mejor de mí” es la primera producción de este proyecto. Una película intimista, con la que ha debutado Roser Aguilar como directora, obteniendo el premio de la Crítica Independiente en el Festival de Locarno. Festival que ha premiado también a Marián Álvarez, la protagonista, como Mejor Actriz.

Historia de pérdida de inocencia, de amor y de soledad. Raquel, una joven periodista, entusiasmada con su nueva vida de adulta y con la recién estrenada vida en común con Tomás. Ve como sus planes y sueños se derrumban cuando su novio cae enfermo. Atleta profesional, sufre un desmayo del que le atienden en un hospital donde le encuentran una grave afección hepática. Para sobrevivir necesitará un órgano nuevo, un trasplante o recibir una parte del hígado de una persona sana. Raquel decide rápidamente que será ella la que entregue parte de su hígado. La realidad se impondrá, tercamente, en la vida de esta mujer, obligada ya a abandonar las fantasías con las que ha vivido hasta ese momento.

Es una historia de amor, de la soledad de las decisiones y de los sacrificios que estamos dispuestos a hacer por aquellos a los que amamos.

Como reconoce Marián Alvarez “Roser Aguilar y yo teníamos un código, el código de las mujeres”. Y algo de eso hay, sensibilidad, sentimiento y sutileza. Pero eso si, acompañados de dominio y destreza técnica. ¡Enhorabuena!