Para el año 2015, la ONU se había fijado en su objetivo dos de Desarrollo del Milenio que los niños y las niñas de todo el mundo pudieran terminar un ciclo completo de enseñanza primaria. Esta decisión, se tomó desde una concepción de la iglesias50215educación como un derecho humano y no como una mercancía, que entronca directamente con la Revolución Francesa en su Constitución de 1791 y con la de 1793, donde se establecía, en su artículo 22, que “la instrucción es una necesidad para todos. La sociedad debe favorecer con todas sus fuerzas los progresos de la razón pública, y poner la instrucción al alcance de todos los ciudadanos”.

¿Se ha conseguido hacer realidad este propósito de que la educación sea una realidad en las vidas de todos los niños y niñas del mundo? ¿Se ha conseguido esta educación para todos como derecho primario y esencial para acabar con la desigualdad y poder ejercer los demás derechos humanos?

Lamentablemente no. A pesar de los avances que se produjeron en la primera década del siglo XXI, donde se pasó de 100 millones de niños que no asistían a la escuela en el año 2000 a 60 millones en el año 2007, con posterioridad y en un marco de crisis global y mayor concentración de la riqueza, éstos se fueron estancando. Los datos muestran esta injusta realidad. Según el Informe de 2014 de Objetivos de Desarrollo del Milenio, en 2012, uno de cada diez niños en edad de recibir educación primaria no asistía a la escuela. ¿Qué cuantos son? 58 millones de niños y niñas a los que se les está robando su vida y sus sueños.

Hay que repetir una y otra vez esta vergüenza para acabar con ella. Hay que repetir una y otra vez que la educación es un derecho para que sea real en la vida de todas las personas porque los gobiernos invierten presupuesto para ello. La dignidad de las personas es el principal objetivo de la humanidad. Por ese motivo, hay que erradicar la pobreza, el género y el lugar de residencia como factores determinantes a la hora de que un niño o una niña, y peor las niñas, puedan acceder y concluir sus estudios.

La educación, debe tener por objeto la equidad y el progreso de las personas, porque de estos dos factores dependerá el avance de las sociedades. Y más aún, si son sociedades pobres o en desarrollo. Los distintos conflictos bélicos matan a las personas, y también matan la educación de millones de personas desplazadas o no por la guerra. Como demuestra que el cincuenta por ciento de los niños que no asisten a la escuela viven en zonas de conflicto.

La educación hace a las personas libres y autónomas para poder emprender su proyecto de vida con mayores garantías de prosperidad tanto individual como para la sociedad en la que se encuentra. Sin embargo, millones de niños y adultos siguen privados de oportunidades educativas. Y en los países donde existe se pretende, por parte de las élites, convertir el derecho a la educación en una mercancía al alcance de quien la pueda consumir o comprar.

Hay que lograr la enseñanza primaria universal sin perder más tiempo, porque la educación es una herramienta que permite a las personas que se encuentran social y económicamente marginadas salir de la pobreza por su propio esfuerzo y participar activamente con plenitud en la vida de la sociedad donde se encuentra.

Hay que lograr la enseñanza primaria universal sin perder más tiempo, porque es un crimen de lesa humanidad que en el año 2012 hubiera 781 millones de adultos y 126 millones de jóvenes que carecían de las habilidades básicas de lectura y escritura. Y de ambos grupos, más del 60 por ciento fueran mujeres.

Hay que lograr la enseñanza primaria universal sin perder más tiempo, por la libertad, la igualdad y la justicia del ser humano.

¡Es posible, es una obligación!