A veces las informaciones políticas se transmiten de tal forma y con tales argumentaciones que los ciudadanos quedan perplejos. Sobre todo los que tienen memoria. El Congreso del PSOE de Madrid celebrado a finales de julio proporcionó algunos ejemplos curiosos en este sentido.
El Congreso ha tenido resultados positivos, de forma que los socialistas madrileños han salido adelante de un episodio que, según piensan muchos de ellos, se les había “creado” desde fuera. El tono fue constructivo en todo momento y se eligió un nuevo Secretario General – Tomas Gómez – al que los socialistas madrileños le han dado un amplio respaldo, y que ha podido configurar un nuevo equipo de manera bastante autónoma. Por lo tanto, todo se ha hecho con buenas maneras, muy lejos de la imagen estereotipada que algunos medios quieren transmitir sobre la “liosa Federación madrileña del PSOE”
Lo paradójico es que para justificar lo sucedido en Madrid a algunos se les ha ido la mano en el manejo de “tópicos” y “argumentos” que pueden crear desorientación en muchos votantes socialistas de Madrid que piensan que las cosas no se han hecho tan mal en los últimos años (¡por eso han votado por el PSOE!), que no han visto los líos por ningún lado (como no sea la imposición de candidatos extemporáneos) y que además recuerdan – sobre todo los de mejor memoria – que Rafael Simancas ya ganó las elecciones hace cuatro años. Elecciones que le fueron escamoteadas no por responsabilidades suyas, ni por líos de la organización madrileña, ni por “traiciones” de amigos suyos. Cuestiones todas ellas sobre las que sería mejor pasar capítulo.
Pero la perplejidad es mayor entre los afiliados del PSOE de Madrid, que saben perfectamente que su organización hace bastantes años que no es la “jaula de grillos” que pretende hacer creer algún grupo mediático demasiado voraz en su afán de tutelar al PSOE, y que los últimos resultados en Madrid no han sido tan adversos como en otros lugares donde la abstención ha castigado muy duramente al PSOE.
¿Por qué utilizar, entonces, tantas descalificaciones sobre lo que se ha hecho en el PSOE hasta el presente? ¿Cómo pueden valorar los votantes del PSOE tales inclinaciones al “adanismo” y tales intenciones de editorializar las informaciones en términos tan simplistas de blanco y negro?
Los delegados del Congreso madrileño parecía que tenían todo esto en mente cuando ovacionaron repetidamente a su anterior Secretario General, Rafael Simancas, cuya capacidad de sacrificio personal y de colaboración constructiva para potenciar el socialismo en Madrid han reforzado su credibilidad y su peso político.
El nuevo Secretario del PSM, por su parte, ha demostrado que es una persona sensata y positiva y que no se aviene a entrar en estos juegos perversos que solo crean desorientación entre el electorado y sensación de prepotencia entre los que quieren hacer tan envenenados favores.
Por ello, para salir del círculo vicioso de los debates sobre cuestiones internas, no hay más alternativa que dejar de darle vueltas a tópicos desfasados y centrarse en las propuestas programáticas. Eso es lo que esperan y desean muchos electores progresistas.