No tengo ninguna intención en hacer una defensa innecesaria de la candidata socialista que tan a la ligera desprecia el PPE. No pienso recordar aquí que Valenciano es uno de los miembros del PSOE con mayor visibilidad reconocida entre los españoles, ni que ya fue diputada al Parlamento Europeo de 1999 a 2008, donde ejerció como portavoz socialista de la comisión de Derechos Humanos y miembro titular de las comisiones de Asuntos Exteriores y de Desarrollo y Cooperación… No pienso hacer una lista que venga a justificar la más que justificada ya “notoriedad” de Elena Valenciano. No voy a entrar en ello, porque ahora, lo interesante es hablar de la decisión de Rajoy.

La elección de Arias Cañete era algo previsible porque es lo menos malo que a día de hoy el Partido Popular puede ofrecer a sus electores. Consciente de que un varapalo electoral en las Elecciones Europeas sería fatal para la maltrecha imagen de un Gobierno que ha perdido legitimidad entre los ciudadanos de su país con cada una de las acciones que ha ido realizando, casi siempre contrarias a las promesas electorales con las que llegó al poder, Mariano Rajoy tira del Ministro mejor valorado(o el de menor mala valoración, con un 3,17 sobre 10, según el CIS en febrero) de su equipo de gobierno para “poner la cara” en los carteles.

Podría tirar de tópico y hablar de las anécdotas del yogur caducado, los caldos que se hacen con las sobras de comida para no pasar hambre, y otras perlitas que nos ha regalado Arias Cañete en los años en los que lleva en el primer plano de la política, que reconozco que son muchos (pues no ha llovido desde la época de Hernández Mancha y Alianza Popular, que es donde comenzó su periplo en estas lindes). A título personal y sin entrar a juzgar en cómo lo ha hecho, me vienen a la cabeza su gestión como Ministro de Aznar en la crisis de las “vacas locas”, el fracaso de negociación de un nuevo acuerdo pesquero de la Unión Europea con Marruecos(tan importante para los pescadores españoles), los brotes de peste porcina y las consecuencias del fraude del lino en Europa, así como su participación –y desafortunados comentarios, esto sí son calificables—cuando se provocó la marea negra en las costas gallegas por el Prestige. También he de hablar de su papel en las negociaciones como europarlamentario en lo referente a la Agenda 2000, donde se discutieron asuntos claves para el sector primario español, y ya en su nueva etapa como Ministro de Rajoy, destaco en mi recuerdo la ley de Costas –espina clavada de la primera etapa que se quitó nada más volver— y que no puedo evitar que me sugiera una privatización encubierta de nuestro litoral.

Hablamos, en definitiva, de un hombre con el corazón partío, entre la política y el mundo empresarial. El más rico del actual gobierno, con un patrimonio escalofriante que comparte de 1,7 millones por encima del que declara el Presidente del Gobierno, según publicó el BOE hace un año. Aparte de varias casas, coches y otros inmuebles, Arias Cañete comparte la coletilla de su cartera“y de Medio Ambiente”,con un más que considerable paquete de acciones en empresas petroleras y diversos bancos, que le proporcionaron según su última declaración hecha pública en el Congreso, 43.000 euros de dividendos en el ejercicio 2.011. Que cada uno saque sus conclusiones. De lo que no hay duda es que hablamos de un político fiel a su partido que ha sabido jugar al despiste en estos meses en los que se imponía silencio sobre su candidatura, que asegura que se da duchas frías para no consumir agua. Solidario él.

Pero ya he dicho que no voy a caer en los tópicos que lanzan estos días los medios de comunicación sobre los “chascarrillos” de Cañete. Sólo pienso comentar dos, los que realmente me han perturbado al tirar de archivos para conocer bien al candidato, pese a su “notoriedad”, que yo de esas cosas me fío poco. En dicho recorrido por su trayectoria son dos las torpezas que sobrepasan el chascarrillo y se convierten en imperdonables: la primera la sacaban a relucir varios periódicos en estos dos días, algunos con el humor con el que se siguen tomando los temas de género y que en parte, justifican la muerte a manos de sus parejas de tantas y tantas mujeres. Decía Arias Cañete en su momento que “el regadío había que utilizarlo como a las mujeres, con mucho cuidado, que le pueden perder a uno”. Poco me importa lo que “pierda” o no a un señor que a sus 64 años, supongo que sabrá de orientación, pero me molesta y mucho que hayan declaraciones de políticos y que haya medios que le rían la gracia a aquellos que hablan de “utilizar a las mujeres”. Si somos algo “utilizable” imagino que será porque somos una “cosa”, o una “herramienta”, o por lo menos, no un ser humano equiparable a quien “nos utiliza”. Comentarios así son los que mantienen las relaciones de poder, que hacen que uno se crea con derecho a someter a otro hasta el punto de quitarle la vida.

Pero por si esto fuera poco, en el mismo repaso me encuentro con un vídeo de una intervención de Miguel Arias Cañete el 7 de febrero del 2008, en el Foro de Cinco Días. Participó ostentando el cargo de secretario ejecutivo de Economía y Empleo del PP y no dudó en afirmar que los inmigrantes colapsan las urgencias y son responsables de “un crecimiento económico de baja calidad”. Aseguró, incluso, que “tenemos unas tensiones en el sistema de sanidad de las comunidades autónomas espectaculares, con las urgencias colapsadas porque los inmigrantes han descubierto la grandeza del sistema nacional de salud” e, incluso, ilustró con un ejemplo “alguien que para hacerse una mamografía en Ecuador tiene que pagar el salario de nueve meses llega aquí, a urgencias, y se la hacen en un cuarto de hora”. Y, por si fuera poco, insinuó que los inmigrantes, son protagonistas de desagradables escenas en los colegios e invitó al auditorio a que “fueran acercarse a alguna escuela en la periferia de Madrid en el recreo” para comprobar a lo que se refería.

Se ve que lo de culpar de la crisis a terceros, viene de lejos a estos del PP. Se ve que Cañete no sabe que las listas de espera para hacerse una mamografía superan, por ejemplo en Madrid, los dos años; se ve, que ignora la gravedad de los discursos xenófobos. Pero es sólo mi mirada, y reconozco que en estos días está más preocupada y sobrecogida por las noticias con las que se despierta cada día en las que una nueva muerte de una mujer a manos de su pareja acumula cifras a listas negras de una cultura machista y patriarcal que necesita mensajes de igualdad, o por las imágenes de los inmigrantes en Melilla… y me estremezco al escuchar esto de alguien que tiene responsabilidad en los temas que deberían importar porque habla de seres humanos y de vidas… Pero no quiero llenar de negatividad mi mensaje. Participemos del marketing político y disfrutemos de la capacidad políglota del candidato del PP y confiemos en que el electorado sepa leer los mensajes denotoriedad más allá de la imposición de una imagen artificial lograda a base de mostrar lo menos malo. Por el momento, disfrutemos de la capacidad que tan generosamente nos da Rajoy al permitirnos participar de un proceso electoral democrático donde hay personas que hacen campaña, y crucemos los dedos ante la duda de quién acompañará a Cañete. Si abrimos las apuestas, hay quien señala a Ana Mato para ir rellenando la lista. Preparemos el confeti por si acaso. Aunque esta vez en cantidades proporcionadas y sin sobres por medio. Que luego tenemos la imagen que tenemos en Europa, tal vez porque aquí los escándalos se premian con cargos y no con dimisiones.