El Partido Socialista francés tiene una nueva Primer Secretario, se debería decir Primera Secretaria: Martine Aubry. Es una política de experiencia y competencia que ha demostrado al más alto nivel poder de imaginación para resolver problemas sociales. Va a necesitar habilidad y también voluntad de compromiso, lo que no parece ser una de sus características temperamentales. Elegida por un puñado de votos, su mayoría es heterogénea y muy particularmente dividida sobre dos problemas esenciales: el proyecto europeo y la revisión estratégica. En frente, aunque puedan integrarse en la Dirección, los oponentes que lidera Segoléne Royal forman un bloque más homogéneo, tan importante como el mayoritario. La candidatura reafirmada de ésta última a la elección presidencial de 2012 va a imponer al Partido Socialista una trayectoria inevitable y comparable a la que condujo Nicolás Sarkozy a la Presidencia. En efecto de aquí a 2012 habrá al menos otro Congreso del PS. La dinámica actual de Segoléne Royal: 30 % de votos en las mociones, 43% en la primera vuelta, 49,9% en la segunda, se verá reforzada si las próximas elecciones, europeas y regionales, no mantienen los resultados del PS, lo que será difícil. Salvo que pegue un patinazo como el del espectáculo del Zenit o las imprecaciones postelectorales recientes. Protestas por otra parte estratégicamente injustificadas pues el resultado no podía ser mejor para ella al enfrentar su posición de fuerza, a la espera, cuando su rival va a encontrar enormes problemas en su camino.

Pero olvidando las lógicas preocupaciones de estos días negros, cabe resaltar algunos puntos positivos.

Se debe recordar a quienes siempre temen la escisión del PS que parece imposible. El tejido de cargos electos a todos los niveles locales, departamentales, regionales, es denso como un encofrado y crea una real solidaridad de intereses para mantener el Partido, padre de estos cargos, en vida unida y perpetua.

Por otra parte no hay alternativa en la oposición que no sea el PS. Y la Democracia, como la naturaleza tiene horror del vacío.

A la fuerza y desapercibida entre los líos ha emergido una declaración que avala la economía de mercado. Quizá no fuera el buen momento, pero al fin ha llegado. Quedará precisar la posición, y en ello Royal tendrá menos dificultades que Aubry, cuya ala izquierda ha conocido también un notable refuerzo de votos.

Ciertas ideas de renovación del Partido seguramente se pondrán a la práctica, por ejemplo adaptar el sistema de cotizaciones a las posibilidades de los más humildes, lo que no es hoy el caso, y sería un paso importante. También van a aparecer caras nuevas. Pero la Renovación se juzga históricamente sobre las ideas y eso queda por ver. Todavía el PS no aplica el postulado un día enunciado por Felipe González: no perderse en la discusión del Futuro dejando a la Derecha gobernar el Presente.

Finalmente, la gravedad de la situación actual, no sólo a nivel económico, sino también con la agresión a las conquistas democráticas y sociales – por ejemplo la berlusconiana ley del audiovisual- ofrece al PS un urgente terreno de lucha y de consolidación interna. Pero exige también originalidad e imaginación en las proposiciones constructivas. ¡Es triste constatar que en Francia el PS utiliza argumentos contra el Gobierno que muchas veces son los que Rajoy esgrime contra Zapatero!

Queda una incógnita: Dominique Straus Kahn. Si aspira a ser candidato a la Presidencia en 2012, entonces sus amigos en la Dirección del PS le prepararan el terreno y el Partido entrara de lleno en una opción Presidencial de su acción, que hoy rechaza.

¡Por fin, ya nadie en Francia podrá afirmar que la política es misógina: las mujeres han barrido a los hombres!