El economista Paul Krugman – poco sospechoso de simpatías con la Administración Bush – ha explicado claramente las razones de este tipo de intervenciones en un reciente artículo publicado en la prensa internacional.

En España el caso Martinsa-Fadesa y Spanair son diferentes aunque también pueden tener efectos negativos en cadena. Desde luego no es lo mismo una empresa constructora o de aviación que una entidad financiera, pero en cualquier caso lo cierto es que no deben retrasarse medidas públicas que permitan atajar la crisis en sus aspectos nodales transmitiendo a la opinión pública una imagen de capacidad y de competencia para hacer frente a la crisis y de voluntad política decidida, propiciando un clima de confianza que genere reacciones políticas. La actitud de “esperar a ver” o de ganar más tiempo a “ver si escampa” puede generar todo lo contrario a lo que en este momento es necesario. Es decir, desconfianza ciudadana.

Frente a un horizonte de crisis, las Administraciones Públicas, además de generar confianza con hechos y medidas concretas, y no solo con palabras, tienen que apoyar a las empresas, tienen que inyectar liquidez al sistema financiero (existen algunas posibilidades inteligentes y no costosas en este sentido), tienen que trabajar para reducir la factura energética, tienen que estimular la actividad económica, tienen que apoyar las exportaciones … y, sobre todo, tienen que explicar con claridad los problemas y cómo se puede salir de ellos.

La imagen utilizada por Rodríguez Zapatero de un “capitán de barco optimista” en el que pueda confiar la tripulación y los pasajeros no carece de fundamento. Pero debe completarse. Una dirección optimista, desde luego es positiva, pero no basta; debe ser optimista y, a la vez, activista, y precisa y veraz en los diagnósticos. Un capitán que se limite a tranquilizar a la tripulación, manteniendo que lo que viene no es un temporal sino un simple chubasco, más que despertar confianza puede producir el efecto contrario, sobre todo a medida que la meteorología se haga más evidente. Entonces lo que se exigirá será resolución, firmeza e ideas claras. Y, por supuesto, una buena tripulación y todos los medios técnicos y preventivos necesarios bien puestos a punto.