Sí, Florida otra vez. Y la pregunta que surge es evidente. ¿Cómo es posible que después de lo sucedido en las elecciones presidenciales del año 2000 vuelva a pasar lo mismo? Porque el temor estaba ahí, como demuestra que Obama y Romney habían movilizado a un ejército de abogados, en todos los centros de votación de Florida y en los “swing states”, para estar preparados por si se repetía el episodio del año 2000 entre Bush y Gore.
¿Cómo es posible que en una democracia tan asentada como la de Estados Unidos, la sombra de fraude planee como si estuviéramos hablando de un país tercermundista sin garantías democráticas? Porque de nuevo, se vivieron colas y esperas interminables en numerosos lugares de votación hasta altas horas de la madrugada, lo que seguro que imposibilitó a muchos ciudadanos su participación electoral. Porque de nuevo, en muchos lugares, se carecía de personal suficiente y adecuado para atender la participación electoral. Y porque de nuevo, la falta de papeletas (se habían agotado), llevó a suspender la votación, como ocurrió en algunos lugares del Condado de Broward.
Cuando comenzaron a llegar estas informaciones (largas colas en determinados lugares que por su clase social podía favorecer más a los demócratas; que esto estaba ocurriendo también en Florida, junto al retraso en el escrutinio electoral por los votos de unos 18.000 sufragios de votantes ausentes) recordé a Al Gore. Su victoria fallida, porque otro fue el Presidente, y su error de no luchar hasta el final por una presidencia que le había concedido el pueblo americano en las urnas.
En 2000, Al Gore obtuvo el 48,4 por ciento de los votos y George W. Bush el 47,9 por ciento. Un mes después de los comicios se demostró que Al Gore había ganado en Florida por sólo 537 votos de diferencia. Se produjeron algunos cambios en el sistema de votación en Florida tras el escándalo de las famosas papeletas mariposas, los recuentos manuales que no coincidían.Se aprobó una ley que impide que las elecciones puedan decidirse por conteo manual. Se creó una base de datos única para toda Florida con los votantes registrados para eliminar la duplicidad de personas registradas, registro que antes dependía de cada condado.
Pero, a pesar de los cambios introducidos, estos siguen siendo insuficientes. Creo que Estados Unidos, tendría que copiar cosas de nuestro sistema electoral, que está a años luz del suyo en cuanto a las garantías del voto de los ciudadanos. Aquí sería impensable que se utilizaran maquinas electrónicas que no dejan constancia del voto en papel, como ocurre en EEUU, y que ya dieron problemas en el año 2006 cuando, por ejemplo, en Sarasota, se perdieron 18.000 votos porque las máquinas los registraron como abstenciones y no hubo forma de verificarlos. O que el dueño de esas máquinas fuera uno de los mayores donantes de la campaña de uno de los dos candidatos a presidente.
Esta vez la fortuna, en forma de una diferencia en votos electorales más holgada, al ganar los demócratas en otros “swing states”,evitó el desastre y la ocupación ilegítima e ilegal de la Casa Blanca por alguien que no había sido ganador por la decisión libre y soberana de los americanos en las urnas. Porque como vivimos en directo, los republicanos tardaron en reconocer la victoria de Obama hasta que vieron la imposibilidad matemática, por las derrotas en otros Estados y el propio desarrollo de la votación, de utilizar nuevamente Florida como palanca de ocupación del poder democrático.
Obama ha ganado. Si se repite el escrutinio de Florida,este hecho impedirá hasta su realización que la Comisión Electoral otorgue la victoria de manera oficial al candidato demócrata. Algo menor, en esta ocasión, porque nadie discute el resultado, cosa que puede no ocurrir en otras elecciones. Por ese motivo, hay que cambiar muchas cosas. Es urgente y, al menos, el presidente reelegido lo tiene claro.
Como dijo Obama en la noche de su triunfo: “Quiero dar las gracias a todos los estadounidenses que han participado en esta elección,a los que votaban por primera vez y a los que tuvieron que guardar cola durante mucho tiempo. Por cierto, eso es algo que tenemos que arreglar”.