Sin embargo, la realidad de los hechos resulta más compleja, en la medida que los partidos políticos, por lo general, ya no tienden a estructurarse en torno a grupos de afinidad política que defienden ideas, programas o liderazgos alternativos, sino en torno a grupos de interés y de “apoyo recíproco”.
A falta de otros mecanismos más abiertos de participación y de competencia política intra-partidaria, algunas personas que tienen intención de dedicarse más profesionalmente a la política suelen nucleares en grupos y redes, más o menos informales o estructuradas, desde las que saben que pueden administrar mejor sus posibilidades y recibir apoyos y favores, que a su vez deberán ser devueltos en el momento oportuno. De esta manera, las redes de apoyo acaban convirtiéndose también en redes de intercambio de favores, en una dinámica en la que no siempre quedan claros cuáles son los límites políticos y morales.
Durante el debate sobre las tramas del PP han salido a relucir algunos de estos grupos. Se ha hablado, por ejemplo, del poderoso “clan de Becerril”, o de los grupos formados en torno a algunas empresas o municipios. Por la información que ha trascendido, se puede constatar que en algún momento en estos grupos la lógica de los favores y los apoyos ha trascendido la esfera de la política en sí, para dar el salto al mundo de los negocios y de las intermediaciones irregulares, para acabar entrando en los terrenos de la utilización corrupta de las posiciones de poder. Posiblemente algunas personas se han ido deslizando de unas prácticas a otras de manera progresiva, deslumbrados por las oportunidades del poder y crecidos por los éxitos logrados desde las redes de influencia en las que operaban. Por eso, hay que ser conscientes de que cuando se asume la legitimidad de los “cambalaches de poder” se está entrando en un terreno de instrumentalización de la política que da lugar a dinámicas que a veces resulta difícil mantener bajo control, sobre todo cuando no se tiene muy claro para qué se está en política. ¿Para enriquecerse y prosperar personalmente o para prestar un servicio a la comunidad?