El último informe de la FAO, “Crop Prospects and Food Situation” (Perspectivas de cosechas y situación alimentaria), muestra que la factura por la importación de cereales de los países más pobres del mundo aumentará un 56 por ciento en 2007/2008, tras el aumento del 37 por ciento en 2006/2007.

El Informe proyecta un consumo mundial para la campaña 2007/2008 de 2.120,3 millones de toneladas; si bien las proyecciones indican un aumento de la producción, se espera que la demanda también lo haga y por lo tanto también lo hagan los precios. En cuanto a estos, indica que en enero del presente año, los precios internacionales del trigo fueron un 83 por ciento superiores a los del año 2007. Y parece que estos van a seguir elevados a pesar del incremento de las cosechas.

En relación a las causas de este mantenimiento de precios elevados, se señalan entre otras, las escasas reservas mundiales y el continuo incremento de la demanda. Según el documento, el precio internacional de algunos de los principales cereales, como trigo o cebada, se ha fortalecido aún más desde el mes de diciembre debido, entre otras razones, a la mayor demanda de EEUU y a las limitaciones a la exportación de Rusia, China y Argentina.

La FAO atribuye esta subida al cambio climático, al aumento de la demanda y a “ataques especulativos” en los mercados globales, mientras que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional alertan de que la subida de los precios alimenticios ha destruido gran parte de los avances en el combate contra la pobreza.

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