La cita de Praga duró 45 minutos y empezó con una exposición de Obama sobre cómo cree que deberían ser sus relaciones diplomáticas. El líder norteamericano confía en que sean “amistosas” y “muy simpáticas”, palabras que se atrevió a pronunciar en castellano, y destacó “la extraordinaria influencia de España en el mundo”.
Zapatero pudo así pasar página a un lustro de desencuentro con George Bush y disfrutar de una foto histórica. Las palabras de Obama ante la prensa mientras se saludaba con el Presidente español fueron recibidas con satisfacción por el Gobierno español: “Zapatero es alguien que tiene en cuenta no sólo la extraordinaria influencia de España en el mundo, sino que, además, se toma muy en serio su responsabilidad”, dijo Obama sobre lo que esperaba de España y de su Presidente. Se abre de este modo una nueva etapa en las relaciones con EEUU y de colaboración con Obama para conseguir, en palabras de Zapatero, “un orden mundial de paz, luchar contra la pobreza y dar a las futuras generaciones un tiempo mejor”.