En el Congreso del laborismo británico, Gordon Brown ha prometido ampliar de seis a nueve meses el período de baja por maternidad, duplicar las plazas de guarderías, vincular el crecimiento de las pensiones al nivel alcanzado por los salarios, duplicar los fondos para viviendas sociales, construir 240.000 viviendas al año para facilitar el acceso de los jóvenes a este bien básico, etc.
A diferencia de lo ocurrido en España, nadie mínimamente serio se ha atrevido en el Reino Unido a descalificar tales propuestas motándolas de “festival de ayudas benéficas” u “ocurrencias electoralistas”. En España, muchas familias ya estarían encantadas de tener seis meses de baja maternal, ¡o que se pudiera aumentar el plazo a nueve meses!, o que se contara con otras medidas de apoyo social.
El hecho de que Gordon Brown –que ha sido Ministro de Hacienda– se comprometa en esta dirección, demuestra que estamos ante un ciclo político en el que muchos líderes social-demócratas europeos entienden que es preciso dar respuestas concretas a las necesidades y exigencias de políticas sociales de una parte importante de la población.
En la medida que España se está aproximando a los niveles medios de renta de los países europeos avanzados, se hace más acuciante la necesidad de converger también en políticas sociales. ¡Y, por supuesto, en seriedad en los debates políticos!