La propuesta del PSOE de subir las pensiones de jubilación hasta 700 y 850 euros, según se tenga o no cónyuge a cargo, responde a una necesidad urgente y palpable en un país, como España, en el que se han alcanzado los 30.000 dólares de renta per cápita.
La persistencia de una alta tasa de pobreza en España (19,8%) obedece en buena medida a las debilidades de las políticas de apoyo a la familia y a la escasez de las pensiones, que están notablemente desfasadas respecto a la carestía de la vida. En concreto, las tasas de pobreza llegan casi al 50% en los hogares formados por una persona de más de 65 años. Es decir, si estás jubilado y no tienes una pareja que aporta otra pensión, como les ocurre a muchos de los actuales españoles de más de 65 años, y si no tienes vivienda propia, es muy probable que te sitúes por debajo de los niveles de pobreza y tengas muchas dificultades para vivir con un mínimo de dignidad, sobre todo en los entornos urbanos.
Por ello, esta propuesta programática es una buena iniciativa en la dirección necesaria. Una propuesta que habrá que seguir desarrollando y ampliando.