Empieza ya el derroche de encuestas preelectorales para intentar comprender qué piensan los españoles y qué van a decidir.
Pero aún no sabemos bien cómo se configurará el nuevo Gobierno. Ahora mismo, son varias las combinaciones que se pueden realizar y no hay nada escrito. Quizás esa sea alguna de las conclusiones que las encuestas reflejan:
- No hay nada escrito. Todo está abierto. Las elecciones generales son ahora mismo una auténtica incógnita que obliga a sus líderes y a los partidos políticos a esforzarse al máximo en presencia y mensajes.
- No habrá mayorías absolutas. Hemos cambiado de época. Los españoles ya no confían en Gobiernos tan estables como apisonadoras de la vida democrática. Se apuesta por el diálogo, la negociación, y que el poder no recaiga en un único partido. Frente a la estabilidad, la negociación.
- Además, el precedente se ha realizado en las recientes elecciones autonómicas y municipales. Donde ya se han establecido Gobiernos de diferentes colores, con combinaciones mixtas. De momento, y pese a las dificultades o roces que ello genera, nada anormal ha ocurrido en la gestión municipal.
- Hay necesidad de barrer la corrupción, que se identifica claramente con unos partidos más que con otros. Da la impresión de que el voto va dirigido a la honestidad y la limpieza, a recuperar la confianza, más que a la eficacia y la experiencia.
- El otro día, un comentarista de radio destacó entre bromas que, por fin, Rajoy se había reunido con alguien de su generación, con Durán y Lleida. Y no es sólo una broma, es un profundo cambio sociológico en los partidos políticos españoles. Líderes nuevos y jóvenes frente a un presidente de la época antigua. ¿Quién tiene más posibilidades de extinción?
- Hasta la configuración de los nuevos partidos en sus siglas responden a otra época. Ya no vemos siglas de partido como PP, PSOE, UpyD, …. sino que aparecen nombres colectivos identificando emotividad y sentimientos: Ciudadanos o Podemos. Es decir, la llamada a la colectividad social frente a la organización de partido.
- ¿Quién gobernará? Pues las combinaciones son más de las que parecen. No habrá extraños compañeros como PP y PSOE juntos, porque es la única apuesta ilógica. Salvo esa, cualquier otra alianza puede ocurrir.