Y lo quiero hacer no porque se estén inaugurando las ochocientas mil (800.000) viviendas sociales que su Presidente le encargara en cumplimiento de su compromiso electoral. No, ese número de viviendas sociales ni está, ni se le espera.

Lo quiero hacer, en primer lugar, porque el objetivo al que dedicó, en su día, gran parte de sus declaraciones públicas, se ha cumplido: ha bajado el precio de la vivienda en España. No está medida, todavía, la influencia de la acción gubernamental en este hecho y quizás el Servicio de Estudios del Banco de España lo debiera haber hecho, pero el objetivo se cumplió, y así como los gobiernos se suelen apuntar el aumento del PIB y el descenso del IPC, el Gobierno español y, muy concretamente la Ministra Trujillo, debería poner en su curriculum la reducción del precio de la vivienda a su estado actual.

Pero es que, además, se acaba de recordar la solución habitacional de 37 m2 que hizo famosa la Ministra. Como en el caso anterior, Trujillo no es la inventora de las casas pequeñas pero hizo, con sus declaraciones públicas, dos cosas importantes: reconocer que si no se podía tener una casa mas grande había que tener una casa mas pequeña y avisar de que en ese tamaño se podía vivir perfectamente, sobre todo los jóvenes.

Se acaba de descubrir en Burdeos que en una vivienda de 34 m2 vivían cuatro adultos y alguno de ellos no solo no es joven sino que tiene un tamaño agrandado por una acumulación de lípidos muy sobresaliente. En esa vivienda, también hemos sabido, estuvieron veinte policías, acompañados por esos cuatro adultos mencionados, durante dieciséis hora sin salir, buscando las cosas que usaban esos cuatro adultos para matar gente, oficio al que se dedicaban. Hay que suponer que el hecho de que la vivienda estuviera dotada de cuarto de baño facilitó la prolongada estancia de tanta gente en ella.

Bueno, pues junto a la felicidad que produce el que esos cuatro adultos dejen de matar gente y pasen a otro espacio habitacional con asistencia de funcionarios del Ministerio de Justicia, yo celebro que la Ministra Trujillo tuviera razón: una vivienda de 34 m2 no es tan pequeña.