Las prioridades son muchas, pero me voy a centrar en seis cuestiones que pueden y deben hacer cambiar las cosas en este año 2010.
DERECHO AL TRABAJO
El drama del paro recorre las calles de España como consecuencia de la crisis que estamos sufriendo. Ante esta realidad, el dialogo social es una necesidad, una obligación y un deber en un país, como el nuestro, donde estamos cerca del 20 % de paro y donde las previsiones establecen que durante 2010 seguirá aumentando.
Un dialogo social que tiene que llevarnos a la realizar políticas económicas y laborales coordinadas que creen cuanto antes empleo de calidad, especialmente para los jóvenes; que mantengan la capacidad adquisitiva de los salarios y las condiciones laborales; que combatan la exclusión social y protejan a los desempleados directamente y a través de servicios públicos de calidad y universales; y que también mejoren la productividad de las empresas. Todo lo anterior con la idea de que solo habrá recuperación cuando se recupere el empleo.
MODELO DE ESTADO: LOS AYUNTAMIENTOS PROTAGONISTAS
Como de todos es sabido, la Constitución del 78 diseñó un nuevo modelo del Estado pensado para resolver los históricos problemas de integración de los nacionalismos periféricos, y la solución adoptada fue el Estado de las Autonomías. El planteamiento fue la descentralización del poder, y dejando asentado el principio de soberanía en el conjunto de los españoles y la igualdad de derechos de todos ellos, estableció mecanismos de cooperación y colaboración entre los distintos poderes públicos que permitieran la elaboración y aplicación de las políticas públicas. Toda la arquitectura competencial establecida en el título VIII de la Constitución tiene como finalidad última garantizar, junto a la autonomía política de las Comunidades Autónomas, esta efectiva aplicación de las leyes comunes del Estado en todos sus ámbitos territoriales.
Por tanto, en 2010 es deseable reforzar nuestra cohesión, superar las tensiones que se están produciendo, en algunos territorios con algunos estatutos, leyendo y aplicando la Constitución. Y dentro de ella, dedicando tiempo a profundizar en la financiación y competencias de los ayuntamientos que vertebran España y consolidan el bienestar de los ciudadanos y la democracia en nuestro país. Ya es hora.
CAMBIO DEL MODELO PRODUCTIVO
España necesita un nuevo modelo de crecimiento menos dependiente de la construcción, más competitivo y cimentado en la innovación, la calidad y la buena formación de sus ciudadanos. El Gobierno esta actuando para reorientar nuestro modelo hacia bases económicas más sólidas que nos permitan competir en un mundo globalizado y que favorezcan a su vez la creación de más y mejor empleo, mayores cotas de justicia social y sostenibilidad medioambiental.
Pero el cambio de modelo productivo que demanda la sociedad y la economía española tiene que ser una apuesta conjunta de la sociedad española, no sólo del gobierno, la oposición y los interlocutores sociales. Y como ha ocurrido en otros países tiene que contemplar cambios profundos, tanto en la relación público-privado, como en la propia organización interna de las empresas, favoreciendo la participación de los trabajadores en los procesos de decisión e innovación.
Nuestra economía necesita que se modernicen los sectores de la construcción, el automóvil y el turismo, pero es básico el impulso público para ser líderes en energías renovables, servicios socio-sanitarios, biomedicina, I+D+I, educación, nuevas tecnologías, cultura.
PRESIDENCIA ESPAÑOLA DE LA UE
A España le corresponde por cuarta vez la Presidencia del Consejo de la Unión Europea durante el primer semestre de 2010, un momento clave no sólo para España y Europa sino para la sociedad internacional en su conjunto. Por ello, es necesaria la complicidad de toda la sociedad española para lograr el éxito de una presidencia que no es solo tarea del gobierno sino que es una cuestión de Estado que exigirá aunar los esfuerzos de todos los españoles. Es una oportunidad de país, que permitirá a España influir de manera decisiva en la sociedad internacional, y además, con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, la Presidencia de la Unión española ejercerá un papel determinante y privilegiado en la configuración y aplicación de las novedades institucionales en él previstas.
Las prioridades de la Presidencia Española están marcadas: lucha por la recuperación económica y el impulso de un modelo de crecimiento sostenible y de creación de empleo de calidad; ciudadanía europea del siglo XXI y la igualdad entre hombres y mujeres; impulso de Europa como actor global, la defensa de los derechos humanos y la erradicación de la pobreza en el mundo; efectiva aplicación del Tratado de Lisboa y la correspondiente renovación política e institucional. Y todas ellas con dos principios rectores: el desarrollo de la innovación en todas sus facetas y la defensa y la promoción de la igualdad.
PACTO EDUCATIVO
Los graves problemas de la educación española están claros: escandaloso fracaso escolar, alto abandono escolar a los 16 años y bajo nivel de excelencia. Esta situación hace necesario un Pacto de Estado en materia de educación ya, que saque el sistema educativo de la confrontación política y garantice la solución de estos problemas con una estabilidad legislativa y presupuestaria no alterables con cada cambio de gobierno. Nos jugamos nuestro presente en un mundo globalizado donde nuestra competitividad depende de la cantidad y la calidad de nuestro capital humano.
La base del pacto propuesta es clara: cultura del esfuerzo, enseñanza más individualizada y flexible, lucha contra el fracaso y el abandono escolar, incidiendo en las causas y soluciones educativas y sociales; apoyo al profesor, su formación permanente, recursos, carrera docente; escolarización temprana armonizada en las condiciones; lograr una FP más cercana a las demandas sociales, con centros más vinculados al desarrollo de los territorio; una política de becas que garantice la igualdad de oportunidades; promover el aprendizaje a través de las nuevas tecnologías y potenciar el de idiomas; modernizar la universidad, promoviendo la agregación y la excelencia y definir un modelo de financiación para ella.
La cuestión educativa es uno de los grandes desafíos de la sociedad española para 2010 y necesita consenso. Hay que llegar a él.
EL ESPAÑOL COMO VEHÍCULO CULTURAL Y ECONÓMICO
El español es hoy, con sus más de 450 millones de hablantes, la tercera lengua más hablada en el mundo, es el idioma oficial de una veintena de países y se ha convertido en la segunda lengua de comunicación internacional. En un mundo globalizado económicamente, donde la demanda de productos y contenidos culturales aumenta, y donde la sociedad del conocimiento, cuyo principal soporte es la lengua, crece, el español tiene un potencial económico, político y social enorme que tiene que ser aprovechado como lengua de comunicación universal. Es una tarea de todos desarrollarla y actos como el V Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) que se celebrará en marzo de 2010 en Valparaíso (Chile) bajo el lema América en lengua española, que analizarán la situación y retos del español, son un buen ejemplo del camino a seguir en 2010, junto una apuesta estratégica de expansión del Instituto Cervantes. Se trata de difundir el español pero al mismo tiempo de difundir la cultura española en este mundo globalizado.
Hay más retos cruciales para la sociedad española, pero en estos momentos lo básico es que tengamos las fuerzas y la pasión necesarias para ganar el futuro. Seguro que sí.